Medidas contra exportaciones y efecto limitado en el abasto cárnico
En el norte de Sinaloa, la prohibición temporal de envíos de carne a Estados Unidos no ha logrado aliviar la escasez de proteína animal en los mercados locales. Las restricciones a las exportaciones debían incrementar la oferta interna, pero no se han observado beneficios tangibles para consumidores ni comerciantes.
Enrique González Lugo, presidente del consejo empresarial restaurantero de Los Mochis, indicó que el freno de exportaciones no ha repercutido en una mayor disponibilidad de carne. La medida no ha modificado la tensa situación de suministro en carnicerías y tianguis.
El desajuste entre la oferta y la demanda de carne local persiste, incluso con un escenario que contemplaba mejorar el abastecimiento tras la suspensión de las ventas al exterior.
Escasez de carne local y desafíos en el mercado regional
La falta de provisión cárnica obliga a carniceros a reducir días de venta o a cerrar puestos en tianguis. Algunos vendedores optan por no presentarse, al no contar con piezas de carne suficientes para competir en precio.
El deterioro del suministro provoca desabasto puntual de cortes básicos, lo que se traduce en menor presencia de carne en los puntos de venta informales y en establecimientos tradicionales.
Dificultades de los carniceros en tianguis
Carniceros consultados en mercados semifijos relatan que la sequía ha afectado la cría de ganado, reduciendo el volumen de reses disponibles para sacrificio. La presión sobre los costos de alimentación de los animales agrava la escasez.
La incertidumbre en el abastecimiento fomenta la especulación de precios y obliga a pequeños proveedores a replantear su modelo de negocio ante la irregularidad de entregas.
Incremento de precios en carnicerías y tensión en el suministro
En las últimas semanas, el costo de los cortes de carne registró un alza cercana al 20 por ciento. Las subidas se atribuyen tanto a la reducción de unidades disponibles como a los costos adicionales derivados del traslado y manejo del producto.
El incremento de precios presiona el presupuesto de las familias y plantea un escenario en el que es probable un nuevo ajuste al alza si no mejora la provisión de ganado en pie.
Desabasto de tomate regional y alza de costo hortofrutícola
El tomate, uno de los productos hortofrutícolas más demandados, también enfrenta restricciones de oferta. La producción local muestra una caída sostenida en la cantidad de camiones distribuidos en las yardas de abasto.
Anteriormente, una jaba de tomate se comercializaba en torno a 100 pesos; en la actualidad, su precio se sitúa alrededor de 200 pesos. La duplicación del costo responde a menores cosechas y a las condiciones climáticas adversas.
Esta tendencia de escasez en el tomate regional refuerza el panorama de tensión generalizada en los mercados agrícolas y ganaderos del norte de Sinaloa.
