Violencia en Sinaloa y aumento de homicidios dolosos
Desde el 9 de septiembre y durante ocho meses consecutivos, la entidad de Sinaloa experimentó un repunte de violencia asociada al crimen organizado. En ese periodo se contabilizaron 1 195 homicidios dolosos, cifra que refleja un contexto de inseguridad sostenida en municipios clave.
La tendencia en muertes violentas coincide con enfrentamientos entre cárteles que disputan rutas de tráfico y zonas de influencia. Estos datos evidencian un escenario de criminalidad violenta que no ha mostrado señales de contención.
Registro de secuestros y seguimiento de víctimas
Durante estos ocho meses, los informes oficiales señalan 1 166 privaciones de la libertad, categorizadas como secuestros del crimen organizado. De ese total, 539 personas fueron localizadas con vida, lo que implica que casi la mitad de los afectados logró ser rescatada o liberada.
El resto de los expedientes permanece activo mientras las autoridades investigan posibles vínculos entre las bandas y la gestión de rehenes. La cifra de secuestros resalta desafíos en la protección ciudadana y la capacidad de respuesta de las fuerzas estatales.
Operativos de seguridad y detenciones de presuntos delincuentes
En el mismo lapso, las corporaciones de seguridad realizaron operativos coordinados que derivaron en la detención de 1 190 presuntos delincuentes. Estas acciones incluyeron revisiones en carreteras, operativos en colonias y patrullajes en zonas rurales.
El despliegue se centró en desmantelar células vinculadas al trasiego de armas y drogas, así como en capturar a líderes locales de cada cártel implicado. Los arrestos forman parte de un plan estatal para recuperar el control territorial.
Desactivación de sistemas de videovigilancia clandestina
Complementario a las detenciones, se reportó la desactivación de 2 200 cámaras de vigilancia instaladas sin autorización. Estos equipos, supuestamente empleados por grupos criminales para monitorear movimientos de la policía, fueron retirados para evitar espionaje.
La eliminación de dichos dispositivos busca restablecer la seguridad en zonas urbanas y carreteras, donde la videovigilancia ilegal facilitaba extorsiones y operativos sorpresa de células armadas.
Incautaciones de armas de fuego y laboratorios clandestinos
En materia de armamento, se incautaron 1 765 armas de fuego durante cateos y revisiones. La mayoría corresponde a rifles de alto poder, pistolas y cargadores, señal de un abasto constante de armas de procedencia extranjera.
Además, las autoridades desmantelaron decenas de laboratorios clandestinos dedicados a la producción de metanfetaminas y otras drogas sintéticas. El decomiso de 46 toneladas de sustancias y la confiscación de vehículos vinculados a estos talleres indican una estructura de distribución compleja.