Ceremonia de retiro de perro militar Ixku
La Secretaría de Marina-Armada de México organizó en las instalaciones de la Cuarta Región Naval un acto de retiro de “Ixku”, un pastor belga malinois destinado a labores de seguridad nacional. El evento se llevó a cabo con un protocolo establecido para marcar la conclusión de su etapa operativa tras más de cinco años de servicio activo.
El programa de la ceremonia incluyó la entrega de una placa conmemorativa y un reconocimiento simbólico a la labor canina. El desarrollo de la actividad estuvo sujeto a las normas internas de la Armada, con presencia de personal de diferentes niveles jerárquicos.
Participación de personal naval
En el homenaje participaron Almirantes, Capitanes, Oficiales, Clases y Marinería, agrupados según la doctrina de la institución. Cada unidad asistente cumplió con su posición establecida durante el protocolo de retiro canino.
La organización del evento consideró la logística de traslado y montaje de equipo necesario, así como la disposición de áreas específicas dentro de la base naval. No se incluyeron invitados externos ni medios de comunicación.
Trayectoria del pastor belga malinois en detección de artefactos explosivos
Ixku, cuya fecha de nacimiento se registró el 20 de febrero de 2020, se especializó en la detención de explosivos improvisados. Este tipo de adiestramiento exigió una serie de pruebas periódicas para certificar su efectividad en tareas de inspección de zonas de alto riesgo.
Durante su carrera, el perro militar completó cursos de actualización en técnicas de búsqueda y se sometió a evaluaciones físicas y de obediencia. El cumplimiento de estos requisitos formales permitió mantener sus aptitudes durante toda su etapa activa.
Incidente detectado en Mazatlán
Como parte de las operaciones de patrullaje a pie en el malecón de Mazatlán, Ixku señaló la presencia de una mochila que contenía tres artefactos explosivos improvisados. La localización se registró conforme al protocolo de seguridad establecido para zonas urbanas.
La intervención canina evitó el posible estallido de los dispositivos y permitió a las unidades especializadas proceder con la desactivación controlada. Este procedimiento siguió los lineamientos técnicos de la Armada para el manejo de material peligroso.