Detección del presunto artefacto explosivo en Tierra Blanca
Vecinos de la colonia Tierra Blanca, en Culiacán, reportaron la presencia de un objeto semiesférico debajo de un automóvil Hyundai gris que despertó sospechas por su apariencia similar a un artefacto explosivo. La alarma se propagó rápidamente entre los residentes de la calle Abogados y la avenida Francisco Márquez.
La supuesta mecha adherida al objeto, junto con su forma inusual, motivó la llamada inmediata al número de emergencias. La atención ciudadana se centró en evitar cualquier manipulación del hallazgo hasta la llegada de personal especializado.
Reporte inicial de vecinos
Quienes se percataron del dispositivo describieron un “artefacto sospechoso” con características nada habituales para materiales comunes. La incertidumbre creció al considerar la posibilidad de una amenaza real.
El aviso al centro de emergencias incluyó detalles precisos sobre la ubicación y la apariencia del objeto, lo que permitió agilizar la respuesta de los equipos de seguridad.
Características del objeto hallado
El artículo presentaba una forma redondeada y un color oscuro, lo cual dificultaba identificar su origen a simple vista. La mecha parecía prolongarse hacia un extremo, aumentando el nivel de riesgo percibido.
Ante la duda sobre su naturaleza, los vecinos prefirieron mantener distancia y asegurar la zona hasta la llegada de las autoridades correspondientes.
Movilización de cuerpos de seguridad tras la falsa alarma
La Policía Municipal arribó al punto para delimitar el perímetro y valorar el supuesto artefacto explosivo. Se estableció un radio de seguridad para evitar el paso de peatones y vehículos en las inmediaciones.
Posteriormente, elementos del Ejército fueron notificados para coordinar una intervención especializada. El protocolo incluyó la evaluación visual y el uso de equipos de protección antes de cualquier maniobra de desactivación.
Intervención militar y protocolos de desactivación de explosivos
Personal castrense se encargó de inspeccionar el dispositivo utilizando herramientas de alta precisión y métodos de análisis remoto. El procedimiento siguió los lineamientos para neutralizar riesgos potenciales.
La operación contempló la comprobación de posibles detonadores, así como pruebas de campo para descartar la existencia de sustancias explosivas. Cada paso siguió criterios de prudencia y seguridad operativa.
Confirmación de falsa alarma y levantamiento del dispositivo
Tras varios minutos de inspección, los especialistas determinaron que el objeto era un fragmento de goma con forma semiesférica. La apariencia engañosa de ese material generó la percepción de una amenaza real.
Con la certeza de que no había peligro, se canceló la intervención militar y se procedió al retiro del residuo. El tránsito y la actividad en la zona regresaron a la normalidad sin incidentes adicionales.