Las fuerzas militares mexicanas descubrieron y destruyeron un invernadero de marihuana en las inmediaciones del poblado de Nautillo, situado en el municipio de Elota, Sinaloa. El plantío, que abarcaba aproximadamente 2 hectáreas de terreno, fue ubicado durante un recorrido terrestre a unos 7 kilómetros de La Cruz de Elota.
El invernadero estaba cuidadosamente camuflado con material de malla sombra de colores negro y blanco, aparentemente para evitar la detección desde el aire mediante drones u otros medios aéreos. Según declaraciones del Coronel de Infantería Diplomado de Estado Mayor, Alejandro Bravo Martínez, el plantío tenía alrededor de 2 meses de antigüedad y se estima que contenía entre mil y mil doscientos kilogramos de marihuana.
Se estima que cada hectárea de marihuana produciría alrededor de 25 millones de pesos en el mercado, haciendo del plantío un golpe significativo al crimen organizado, con un valor total de hasta 50 millones de pesos. El invernadero contaba con sistemas de riego de alta tecnología y sistemas de iluminación artificial para acelerar el crecimiento de las plantas.
Las autoridades militares procedieron a destruir el invernadero quemando las plantas, con el objetivo de evitar que la droga llegara al mercado y proteger la salud de la población. Este esfuerzo forma parte de los continuos esfuerzos por parte de las autoridades mexicanas para combatir el tráfico ilegal de drogas y proteger la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.
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