Bombardeos de Israel a Instalaciones Nucleares y Militares en Irán
En la madrugada del 14 de junio de 2025, fuerzas israelíes ejecutaron una serie de ataques aéreos dirigidos a centros de enriquecimiento de uranio y bases militares en distintos puntos de Irán. Los objetivos incluyeron las plantas de Fordo e Isfahán, esta última considerada el núcleo del programa nuclear iraní.
Las explosiones se registraron en Teherán, Shahriar y Malard, sectores donde se concentran instalaciones estratégicas. De acuerdo con informes oficiales, la ofensiva buscó neutralizar capacidades de producción de material fisible y desestabilizar la estructura de mando militar.
El balance inicial señala la eliminación de Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria, junto a una veintena de altos mandos y varios científicos vinculados al proyecto atómico. Este golpe representa un cambio sustancial en la dinámica de disuasión regional.
Consecuencias del Golpe Militar en Teherán
La muerte de los líderes militares y técnicos del programa nuclear generó una fractura interna en los círculos de poder iraníes. Sectores de la Guardia Revolucionaria han iniciado movimientos de reorganización para sustituir a los cargos decapitados.
Analistas señalan que el impacto logístico en las instalaciones de enriquecimiento podría retrasar el progreso del programa atómico en varios meses. Los daños materiales abarcan plantas de investigación, depósitos de uranio y sistemas de seguridad estacionados en las bases atacadas.
En el plano político, las autoridades de Teherán han decretado estado de máxima alerta y movilizado recursos de emergencia para mantener la estabilidad en la región metropolitana.
Respuesta de Irán con Misiles Balísticos
Pocas horas después de los bombardeos, Irán lanzó decenas de proyectiles balísticos contra territorio israelí. Los impactos se concentraron en áreas urbanas del centro de Israel, donde las defensas antimisiles no pudieron interceptar la totalidad de las salvas.
El gobierno iraní justificó la ofensiva como represalia directa y advirtió que este contraataque forma parte de una estrategia de disuasión frente a futuras incursiones. La medida eleva el nivel de riesgo de un conflicto abierto entre ambas naciones.
Impactos en Tel Aviv y Alarma Antiaérea
En Tel Aviv varias ojivas alcanzaron zonas residenciales, dejando al menos 63 heridos, dos de ellos en estado grave. La activación de las sirenas y los refugios subterráneos evidenció la vulnerabilidad civil ante los ataques de largo alcance.
Jerusalén y el sur de Israel también experimentaron toques de sirena y despliegue de baterías antiaéreas. El sistema de defensa local logró interceptar algunos misiles, pero no impidió por completo los daños en infraestructuras y viviendas.
Escalada y Tensiones Internacionales
Los bombardeos y el contraataque con misiles han sido motivo de inquietud en organismos multilaterales. La Unión Europea y la ONU han instado a la contención, aunque sin medidas coercitivas efectivas hasta el momento.
Expertos en seguridad advierten que la escalada podría desencadenar una guerra regional si las partes deciden ampliar el teatro de operaciones más allá de las fronteras actuales. El cruce de ataques refuerza la desconfianza mutua.
La presencia de potencias con intereses contrapuestos en Oriente Medio complica cualquier intento de mediación. La falta de canales de diálogo directo mantiene en vilo a la comunidad internacional sobre posibles nuevas acciones militares.
