Situación epidemiológica del dengue en Culiacán
Hasta el 10 de febrero de 2025, el municipio de Culiacán acumuló más de 230 casos probables de dengue, lo que ha generado alertas en áreas urbanas y rurales. El panorama se complica ante la presencia constante del mosquito Aedes aegypti, vector principal del arbovirus que ocasiona la fiebre del dengue.
La mayoría de los registros corresponden a menores de 15 años, un dato que evidencia vulnerabilidad en ciertos grupos etarios y plantea retos para los programas de salud pública. Este escenario destaca la necesidad de medidas urgentes de control vectorial.
Diagnóstico de casos probables y confirmados por dengue
Al 17 de febrero de 2025, se reportaron 40 casos confirmados de dengue en Culiacán, cifra que contrasta con los probables y extrae un patrón de subregistro o demoras en el diagnóstico. La diferencia entre casos sospechosos y validados por laboratorio sugiere fallas en la cadena de diagnóstico rápido.
La detección oportuna es clave para reducir la carga clínica y evitar que se presenten complicaciones hemorrágicas. Sin embargo, la brecha entre confirmados y probables también refleja limitaciones de infraestructura en laboratorios y centros de salud locales.
Control vectorial y prevención del mosquito Aedes aegypti
La descacharrización se centra en eliminar recipientes con agua estancada, donde los huevos de Aedes aegypti eclosionan y propagan la enfermedad viral. Esta práctica, junto con la promoción de hábitos preventivos, es una estrategia esencial de salud pública para mitigar el ciclo de transmisión.
La fumigación con insecticidas y la aplicación de larvicidas en puntos críticos se llevan a cabo de forma periódica. Estas acciones buscan reducir la población adulta del mosquito y cortar cadenas de contagiabilidad, aunque su eficacia puede variar según la frecuencia y cobertura de las campañas.
La participación ciudadana en el retiro de cacharros y el uso de barreras físicas, como mosquiteros, complementa las labores oficiales y contribuye a disminuir la incidencia de la enfermedad. No obstante, la sostenibilidad de estas prácticas depende de la continuidad de la sensibilización comunitaria.
Fumigación y uso de larvicidas
Las jornadas de fumigación se desarrollan en zonas con mayor reporte de probables casos, utilizando compuestos químicos aprobados para control vectorial. El tratamiento con larvicida en depósitos no descartables prolonga la acción contra el insecto en etapas tempranas de su ciclo.
Esta combinación de métodos permite atacar tanto a larvas como a adultos, reduciendo progresivamente la densidad del insecto. Sin embargo, la resistencia química y la dispersión de criaderos clandestinos representan desafíos constantes.
Implementación de la Jornada Nacional de la Lucha contra el Dengue 2025
En los 20 municipios del estado, la Primera Jornada Nacional de la Lucha contra el Dengue 2025 se activó con operativos de campo. El titular de Salud Municipal coordina labores de inspección, aplicación de biolarvicidas y brigadas de difusión de información preventiva.
La campaña incluye la entrega de material gráfico y charlas en escuelas para concientizar sobre la eliminación de focos de cría. La estrategia institucional pone énfasis en la corresponsabilidad entre autoridades y población.
El monitoreo de sitios críticos se apoya en georreferenciación de casos y vectores. Esta herramienta permite ajustar el despliegue de recursos y focalizar intervenciones en áreas con mayor carga de probables y confirmados de dengue.
