Operativo de traslado de reos de alta peligrosidad
El vicefiscal general de Sinaloa, Dámaso Castro Saavedra, informó sobre el movimiento de internos desde el penal de Aguaruto en Culiacán hacia el centro penitenciario Goros II en Ahome.
La acción se enmarca en protocolos diseñados para reforzar la seguridad en los reclusorios y minimizar el riesgo de incidentes entre los internos.
Según los reportes oficiales, el traslado involucró a alrededor de doce reos acusados por distintos ilícitos, en un intento por redistribuir a los internos de mayor peligrosidad.
Delitos atribuidos a reclusos de alta peligrosidad
Dentro del grupo de trasladados figuran dos acusados de presunto feminicidio: Oswaldo Nathanael ‘N’ y Jorge ‘N’, vinculados al caso de Vivian Karely en Culiacán.
También se incluyen internos señalados por secuestro, robos bancarios y delitos cometidos contra instituciones de seguridad pública.
Además, hay presos que están bajo investigación o ya sentenciados por otros ilícitos, lo que refleja la diversidad de perfiles criminales en el operativo.
Medidas de seguridad penitenciaria y traslado de reclusos
Castro Saavedra aclaró que el traslado se realizó bajo la coordinación de seguridad pública estatal, sin participación operativa directa de la Fiscalía.
El órgano ministerial se limitó a recibir notificaciones y supervisar la integridad de la información sobre el movimiento de internos.
Esta estrategia busca preservar el orden interno, prevenir enfrentamientos y garantizar la cadena de custodia durante el traslado.
Coordinación institucional en el traslado
Las autoridades penitenciarias aplican protocolos específicos para el traslado de reos de alto riesgo, con el fin de reducir riesgos operativos y evitar fugas.
Cada fase del movimiento se ejecuta con escolta de elementos de seguridad pública y personal especializado en custodia de internos.
La Fiscalía General de Sinaloa actúa únicamente como instancia notificada, sin intervenir en la logística ni en la ejecución del operativo.
