Comprar un teléfono puede ser una tarea difícil, hay tantas opciones en el mercado que a veces es un dolor de cabeza elegir el equipo ideal para cada persona, sin embargo, el hecho de que haya muchos modelos disponibles también nos abre la posibilidad de encontrar el smartphone perfecto para cada uno de nosotros, o al menos uno que se le parezca.
El problema es que la mayoría de los smartphones que todos queremos son de gama alta, por lo que su precio puede ser bastante elevado, y en algunos casos podría incluso ser difícil de pagar para muchos usuarios. Aun con ello eso no significa que elegir un teléfono de gama media no va a ser suficiente para que el teléfono rinda como debe al menos por lo menos durante dos años.
1- Elige sabiamente
Aunque no es una obligación, una recomendación es que elijas teléfonos de gama media alta y alta, sobre todo si quieres estar como mínimo dos años con el teléfono. Escoge teléfonos con procesadores que lleven un Snapdragon 630 o 660 como mínimo, así mismo también te recomendamos que tu teléfono lleve una cantidad mínima de 4GB de RAM.
Recuerda, el hecho de no elegir un teléfono con un hardware de estas características no significa que no tendrá un buen desempeño, pero hoy puedes encontrar equipos con un hardware decente por poco más de 6 mil pesos y menos de 8 mil.
2- Protege el teléfono
Aunque los fabricantes prometen teléfonos con pantalla Gorilla Glass, o cuerpo de cristal ultra resistente, sabemos que siempre puede haber un momento en el que el teléfono se rompa por alguna caída, o se raye de la pantalla por tenerlo en la bolsa o en la mochila. Estos desperfectos podrán ser estéticos, pero estas recomendaciones tienen como objetivo que tu teléfono aguante en las mejores condiciones por lo menos dos años.
Por esa razón sí es importante comprar una funda o case que lo proteja de alguna caída, y también es ideal que lleve una mica de cristal templado en la pantalla por cualquier caída o rayón que pueda presentarse mientras lo usas.
3- No uses cargadores que no sean originales o no estén certificados
Podría parecer cualquier cosa, pero usar cargadores que no son originales o certificados puede traer grandes problemas a tu teléfono, en primer lugar porque la carga seguramente no estará regulada, por lo que podría entrar mucha más energía de la que podría aguantar tu teléfono, desgastando la batería más rápido, y por ende haciendo que su rendimiento no sea el adecuado.
Por otro lado, y en el peor de los casos, podemos provocar que la batería deje de funcionar repentinamente, lo que nos obligará a cambiarla en pocas semanas, eso si no provocamos que explote la batería del dispositivo.
4- Evita el calor excesivo
El calor es el principal enemigo de los dispositivos electrónicos como el teléfono, el exceso de calor puede provocar el desgaste prematuro de diversos componentes, de ahí que muchos teléfonos tengan un sistema de refrigeración, y en otros casos estos se apaguen cuando hay exceso de calor.
Así mismo cuida que la exposición al sol no sea tan prolongada, sobre todo si llevas el teléfono en el coche, pues el principal componente que sufre con el calor es la batería, seguido del procesador, de ahí que el exceso de temperatura pueda provocar un mal funcionamiento a la larga.
5- Cuida la batería, no uses el teléfono mientras lo cargas
Aunque siempre se ha recomendado esta práctica parece que a muchos usuarios parece no importarles, claro que esto no significa que no sea posible utilizar el teléfono mientras se carga, pero no es lo recomendable, y entre menos lo hagas es mejor.
El gran problema de usar el teléfono al mismo tiempo que cuando lo cargas es que generas mucho estrés en la batería, pues se está cargando y desgastando al mismo tiempo, de hecho, habrá aplicaciones que consuman más rápido la batería de lo que el cargador puede llenarla, y ese proceso no le beneficia en absoluto a tu pila.
Esta es una de las prácticas que más desgaste le genera a las baterías de los teléfonos, y si quieres tener el mejor rendimiento por lo menos durante dos años, entonces te recomendamos evitar tanto como puedas esta acción.
6- Elimina aplicaciones basura
Ya hablamos mucho de la batería, así que pasemos al tema del rendimiento. En Android es muy común que usuarios usen aplicaciones para optimizar la batería o la RAM, pero estas aplicaciones no hacen otra cosa sino perjudicarte. ¿Por qué?, porque comúnmente lo que hacen es eliminar las aplicaciones en segundo plano para supuestamente “ahorrar batería” y “liberar espacio en la memoria RAM”, sin embargo las cosas no son como parecen.
¿Qué quiero decir?, que al eliminar aplicaciones en segundo plano muchas de ellas vuelven a abrirse porque son necesarias para el sistema, lo que no libera memoria RAM y mucho menos ahorra batería, de hecho, hace que se gaste más rápido, porque el sistema vuelve a usar energía para los procesos en segundo plano de la aplicación.
Lo mejor es dejar que Android haga solo estos procesos, y que no cerremos aplicaciones en segundo plano a no ser absolutamente necesario, como por ejemplo que se presente alguna falla durante su ejecución.
7- Actualiza tu teléfono constantemente
En medida de lo posible actualiza tu equipo a nuevas versiones de Android, actualizaciones de seguridad o actualizaciones del fabricante, pues muchas de estas actualizaciones pueden mejorar el rendimiento del equipo a largo plazo.
Así mismo, con las actualizaciones de seguridad puedes evitar que algún malware pueda infectar y dañar tu teléfono, por lo que siempre es recomendable actualizar el software a las versiones oficiales de cada fabricante.
En caso de que sepas lo que haces, también puedes usar una ROM de algún desarrollador de confianza, pero si no conoces bien los procesos te recomendamos esperar las actualizaciones oficiales.
8- Formatea a fábrica como mínimo una vez al año
Y habíamos comentado el por qué es importante formatear tu teléfono por lo menos una vez al año, y básicamente es porque así limpias el dispositivo de archivos basura que hacen que al equipo le cueste más trabajo ejecutar ciertas aplicaciones.
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