Reclutamiento de menores en cártel mexicano
Sol rememora su primer asesinato con sólo doce años, cuando fue incorporada al reclutamiento de menores en un cártel mexicano. Aquella operación de secuestro acabó en tortura y homicidio bajo órdenes de mandos locales.
Horas antes de su primera misión, Sol vendía rosas frente a un bar y fue captada como vigía. Su edad, lealtad y “entusiasmo infantil” aceleraron su ascenso, al estar exenta de penas severas por ser menor de edad.
Trayectoria delictiva y adicción en menores reclutados
Desde los nueve años, Sol admite una adicción intensa a metanfetamina que coincidió con su implicación en actividades de crimen organizado. A los dieciséis fue arrestada por secuestro y obtuvo una única sentencia en un centro de detención juvenil.
No detalla cuántos homicidios cometió durante su paso por el grupo, pero reconoce haber participado en varias acciones violentas. El silencio sobre la cifra exacta subraya la opacidad de los registros en estos procesos criminales.
Experiencia en detención juvenil
La dinámica interna del sistema de justicia juvenil implicó tres años de internamiento en un centro especializado. Durante ese periodo, Sol recibió tratamiento de desintoxicación y evaluaciones psicológicas.
El régimen carcelario y las políticas de rehabilitación se centraron en la reinserción, aunque Sol señala carencias en programas de apoyo comunitario y falta de seguimiento tras la liberación.
Proceso de rehabilitación y justicia juvenil
En la actualidad, Sol reside en un centro de rehabilitación en el centro de México y cursa la carrera de Derecho. Su meta es especializarse en justicia juvenil y orientar a menores en situación de riesgo.
Consciente de su propia trayectoria, pretende mentorizar a jóvenes tentados por el delito. Expresa la urgencia de reforzar canales educativos y sociales para prevenir el reclutamiento de menores.
