Reacciones ante la elección del Papa León XIV, primer pontífice estadounidense
El expresidente Donald Trump felicitó al cardenal Robert Francis Prevost tras su elección como Papa León XIV el 8 de mayo de 2025. Destacó que se trata del primer pontífice estadounidense en la historia de la Iglesia Católica, así como el primero proveniente de la Orden de San Agustín.
En un mensaje difundido en sus redes sociales, Trump calificó el acontecimiento como “un gran honor” y señaló que será un momento muy significativo. Asimismo, expresó su intención de reunirse con el nuevo pontífice en una fecha posterior.
Perfil del cardenal Robert Francis Prevost, prelado de la Orden de San Agustín con doble nacionalidad
Robert Francis Prevost, de 69 años, ostenta la nacionalidad estadounidense y peruana, además de contar con ascendencia española. Tras pasar un tercio de su vida en Estados Unidos, ingresó a la Orden de San Agustín para cursar sus estudios teológicos y formar parte de la vida monástica.
Fue nombrado arzobispo emérito de Chiclayo, desde donde coordinó proyectos pastorales y programas de evangelización en comunidades rurales del norte del Perú, con un enfoque en la atención social y comunitaria.
Experiencia misionera agustiniana en Perú
Durante su labor como misionero en diversas parroquias peruanas, Prevost impulsó iniciativas de formación de líderes laicos y el desarrollo de escuelas parroquiales en zonas de alta vulnerabilidad. Su trabajo incluyó la creación de redes de apoyo para familias y el fortalecimiento de grupos juveniles.
Además, promovió programas de caridad y asistencia, articulando esfuerzos con comunidades locales y priorizando el acompañamiento espiritual junto con acciones de carácter social y educativo.
Trayectoria en el Dicasterio para los Obispos y enfoque de evangelización
En el Vaticano, Prevost asumió la dirección del Dicasterio para los Obispos, organismo encargado de asesorar al pontífice en la selección y nombramiento de obispos a nivel global. Su gestión incluyó la revisión de criterios pastorales y el fomento de perfiles con experiencia en diálogo interreligioso.
Su estilo de trabajo ha sido calificado como moderado, con énfasis en la construcción de puentes entre diferentes realidades eclesiales. Ha defendido la apertura a debates internos sobre estructuras y métodos de pastoral.
En diversas intervenciones, Prevost ha subrayado la necesidad de adaptar la comunicación del Evangelio al mundo contemporáneo, afirmando que “no podemos parar, no podemos retroceder” y que es preciso discernir cómo actúa el Espíritu Santo en la Iglesia de hoy y mañana.