Ola de calor y nuevo récord térmico en Moscú
La capital rusa registró este jueves una ola de calor que alcanzó los 33.7 grados centígrados, marcando un nuevo récord histórico para un 10 de julio. Este valor supera en 0.3 grados la marca previa registrada en 1996.
El Servicio Hidrometeorológico de Rusia reportó la medición oficial desde la estación de VDNJ, aunque en algunas áreas urbanas densamente edificadas los termómetros llegaron a leer hasta 35 grados.
Registro histórico y comparación climatológica
El antiguo máximo de 33.4 grados para esa fecha permanecía vigente desde julio de 1996, antes de que se registrara el nuevo alza térmica este año. Los datos fueron validados por el departamento científico del organismo encargado.
El análisis de las series climáticas confirma que, tras un inicio de verano caracterizado por temperaturas frescas y precipitaciones, el salto repentino a valores superiores a los 33 grados resulta atípico en el contexto reciente.
Variación térmica en zonas urbanas densamente edificadas
Picos de temperatura en áreas céntricas
En los barrios con mayor concentración de edificios, el calor se intensificó debido al efecto de isla térmica urbana. Allí, algunos sensores indicaron lecturas cercanas a los 35 grados.
Estas medidas contrastan con las cifras oficiales del observatorio en VDNJ, donde las condiciones de medición atienden a criterios estandarizados para asegurar la continuidad de los registros.
Impacto en la estación de medición oficial
La estación meteorológica de VDNJ es considerada el punto de referencia para las estadísticas climatológicas moscovitas. Su ubicación está diseñada para reducir influencias externas en la temperatura registrada.
Las autoridades hidrometeorológicas subrayan que la diferencia entre lecturas en estaciones oficiales y sensores urbanos no modifica el carácter oficial del nuevo máximo térmico.
Pronóstico meteorológico y expectativa de enfriamiento
El pronóstico indica que a partir del próximo lunes las temperaturas comenzarán a descender lentamente, regresando a valores más acordes con el promedio histórico de la temporada.
Las previsiones a corto plazo no contemplan nuevas olas de calor, aunque se mantiene la posibilidad de episodios aislados de tiempo cálido en días posteriores.