Controversia en el arbitraje del Mundial de Clubes 2025
La actuación del cuerpo arbitral en el partido de apertura del Mundial de Clubes 2025 generó críticas por parte de Boca Juniors. El árbitro mexicano César Arturo Ramos sancionó un penal al filo del primer tiempo que modificó el desarrollo del encuentro.
La decisión central se produjo tras una revisión de la jugada dentro del área, donde se señaló contacto entre un defensor de Benfica y un atacante xeneize. La falta de acuerdo entre jugadores y cuerpo técnico destaca la complejidad de la interpretación arbitral.
Los reclamos se enfocaron en la proximidad de la infracción al descanso, lo que incidió en el ánimo del equipo argentino. La incertidumbre sobre la aplicación de criterios de juego limpio alimentó el debate técnico.
El penal sancionado por César Arturo Ramos
En la acción cuestionada, el colegiado consideró que existió derribo del delantero en el área, lo que desencadenó la pena máxima. Desde el banquillo de Boca Juniors se objetó la magnitud del contacto y la ubicación de la infracción.
El propio Miguel Ángel Russo señaló que, desde su perspectiva en la línea de cal, la jugada no reunía todos los elementos necesarios para pitar penal. La calificación de “discutible” resaltó la intención de matizar su desacuerdo.
Desarrollo del partido entre Boca Juniors y Benfica
El encuentro arrancó con predominio de Boca Juniors, que alcanzó una ventaja de 2-0 antes del cobro polémico. La solidez defensiva y los contragolpes rápidos marcaron los primeros minutos del choque.
Tras el penal convertido por Ángel Di María, el marcador pasó a 2-1 y modificó la estrategia de ambos equipos. Benfica aprovechó la confianza tras el descuento para ganar terreno en el complemento.
En los minutos finales, Nicolás Otamendi niveló el encuentro con un remate dentro del área, certificando el empate 2-2. La reacción visitante evidenció la capacidad de respuesta ante situaciones adversas.
Evolución del marcador y reacciones
La alternancia en el marcador reflejó la intensidad del duelo en el estadio. Cada equipo mostró variantes tácticas para controlar el medio campo y generar opciones de gol.
El empate definitivo dejó un sabor amargo en Boca Juniors, que pasó de dominar con claridad a perder el control de los tiempos. Benfica, por su parte, celebró la remontada como un logro defensivo y ofensivo.
Declaraciones de Miguel Ángel Russo sobre el arbitraje
Miguel Ángel Russo no ocultó su descontento con la labor arbitral durante la conferencia posterior al partido. El director técnico objetó el criterio aplicado en la jugada que derivó en el penal.
Russo sostuvo que la falta de uniformidad en la interpretación de las infracciones puede influir en el desenlace de un encuentro. Su evaluación aludió a la necesidad de mayor claridad en las decisiones de la terna.
El entrenador admitió que la jugada es “discutible”, pero enfatizó que, desde su posición, no correspondía sancionarla como penal. Con este matiz, ofreció un análisis crítico sin desconocer la complejidad del arbitraje.
