Procedimiento abreviado y proceso simplificado en el caso de la influencer acusada de lesiones calificadas
La menor identificada como Marianne ‘N’, de 17 años y dedicada a la creación de contenido en redes, fue vinculada por un tribunal especializado tras el ataque con arma blanca contra Valentina Gilabert, pareja de su ex pareja sentimental. El caso se integró bajo la figura de lesiones calificadas, lo que motivó una investigación con enfoque en la violencia de género y agresiones con arma punzocortante.
Originalmente, el tribunal impuso un internamiento preventivo de dos años, ocho meses y veinticuatro días, además del pago de 750 000 pesos como reparación del daño. Sin embargo, el expediente avanzó hacia un procedimiento abreviado o proceso simplificado, que permitió evaluar medidas alternativas a la privación de libertad provisional.
Delito de lesiones calificadas
La acusación se fundamentó en lesiones calificadas, al considerar las circunstancias agravantes por la relación entre agresora y víctima. El acto se registró en un domicilio de la alcaldía Álvaro Obregón, donde se determinó el uso de un arma punzocortante y la intención de causar daño físico.
El expediente incluyó dictámenes periciales y pruebas documentales que sostienen la calificación del delito, apuntando a la gravedad de las heridas y la posible premeditación en el enfrentamiento.
Duración del internamiento preventivo
Durante cinco meses, la joven permaneció en un centro especializado para mujeres adolescentes, siguiendo las condiciones determinadas por la autoridad judicial. Esta fase de reclusión buscó garantizar su comparecencia y evitar riesgos de fuga o nuevos ataques.
El internamiento preventivo se estableció como medida cautelar, combinando vigilancia institucional con protocolos de atención psicológica y seguimiento del caso.
Medidas alternativas y libertad asistida tras la reparación del daño
En el marco de las audiencias, la defensa solicitó la aplicación de medidas alternativas a la reclusión, basadas en la reparación del daño y la aceptación de responsabilidad. El procedimiento abreviado contempló la posibilidad de sustituir el internamiento por programas de libertad asistida.
La reparación del daño económico, pactada en 750 000 pesos, se valoró como requisito esencial para acceder a estas medidas. La propuesta incluyó plazos y formas de pago para cubrir gastos médicos y posibles daños patrimoniales.
Solicitud de disculpas y aceptación de la víctima
Como parte del proceso simplificado, la joven pidió disculpas a la víctima durante la audiencia, un acto contemplado en las reglas del procedimiento abreviado. La afectada aceptó la disculpa, lo que contribuyó a la viabilidad de las medidas alternativas.
Este reconocimiento de responsabilidad facilitó la negociación entre autoridades y defensa, ya que la aceptación de la víctima reduce potenciales recursos de apelación y objeción por parte de la Fiscalía.
Condiciones de la libertad asistida
La libertad asistida incluye un monitoreo puntual, presentaciones periódicas ante la autoridad y la prohibición de acercarse a la víctima. Estas medidas buscan equilibrar la reinserción social con la prevención de nuevos riesgos.
Además, se establecieron protocolos de supervisión para verificar el cumplimiento de las obligaciones económicas y de conducta, vigilados por el sistema judicial especializado en adolescentes.
Traslado escoltado y protocolo de salida del centro de internamiento
Al concluir el trámite del procedimiento abreviado, se autorizó la salida de la adolescente bajo libertad asistida. El traslado se realizó con escolta, siguiendo los lineamientos para evitar incidentes o posibles alteraciones al orden público.
Durante el proceso de externación se empleó un vehículo oficial y personal custodio, cumpliendo con los protocolos de seguridad establecidos para la protección de todas las partes involucradas.
Escena de partida
En el momento de la salida, se observó a la joven con indumentaria casual y una gorra, ingresando a la unidad de transporte. El protocolo impidió el acercamiento de terceros y garantizó un traslado sin interrupciones.
La logística consideró rutas planificadas y horarios discretos para minimizar riesgos y proteger la integridad de la menor y del personal encargado de la custodia.
Seguridad en el transporte
El vehículo utilizado contaba con señalización mínima y escoltas a pie, lo que permitió un traslado ágil y bajo vigilancia constante. Se priorizó la discreción y el cumplimiento de las normas de traslado de internos bajo libertad asistida.
La coordinación entre el personal del centro y la autoridad judicial aseguró un proceso ordenado, sin alteraciones ni demoras en la ruta hacia el domicilio autorizado para el cumplimiento de las medidas impuestas.
