Hallazgo de cuerpo decapitado en colonia Miguel Hidalgo de Culiacán
La noche del domingo 6 de julio se localizó un cuerpo envuelto en bolsas de plástico negro en la colonia Miguel Hidalgo de Culiacán. El hallazgo se registró alrededor de las 22:30 horas en la avenida Revolución, cruce con el bulevar Miguel Hidalgo. El cuerpo presentaba la cabeza separada, colocada junto al tronco, y mostraba evidentes huellas de violencia.
Habitantes de la zona fueron quienes alertaron al número de emergencias tras escuchar movimientos extraños y percibir un fuerte olor. Testigos describieron la escena como “impactante” debido al estado en que se encontró el cadáver. Las bolsas negras dificultaron la identificación inmediata de la víctima y ralentizaron el reconocimiento a simple vista.
En la escena no se hallaron documentos ni objetos personales que permitieran conocer la identidad del joven. Solo vestía un short de mezclilla y no portaba zapatos ni teléfono móvil. Por la complexión robusta y la vestimenta se presume que se trata de un hombre de edad aproximada entre 25 y 35 años.
Hora y ubicación del macabro hallazgo
El reporte al 911 ingresó minutos después de las 22:30 horas, con vecinos indicando la presencia de un bulto sospechoso. La dirección exacta coincidió con el cruce de la avenida Revolución y el bulevar Miguel Hidalgo, punto donde se ubicó el cuerpo decapitado. La intervención fue inmediata al recibirse la alerta.
El tramo de la vialidad permaneció bloqueado por más de dos horas mientras se realizaban las primeras diligencias. Residentes permanecieron a la expectativa detrás de las cintas de seguridad, sin intervenir en los trabajos de campo. La ausencia de iluminación adecuada dificultó la inspección inicial.
Señales de tortura y violencia extrema en el cuerpo descubierto
El examen visual preliminar reveló cortes y marcas recientes en el torso y extremidades del joven. La ausencia de la cabeza puede indicar un desmembramiento intencional para obstaculizar la identificación. En varios puntos se apreciaron hematomas profundos y posibles quemaduras.
El uso de bolsas negras sugiere la intención de ocultar el hecho o retardar el hallazgo. Además, la presencia de nudos y cinta adhesiva en las extremidades apunta a una maniobra de inmovilización previa. No se encontraron signos de disparos, lo que refuerza la hipótesis de violencia directa.
La vestimenta —un short de mezclilla sin logotipos— no ofreció pistas sobre filiación o procedencia. Tampoco se hallaron objetos de valor o identificadores personales. La ausencia de un patrón estándar en la forma de envolver el cadáver podría apuntar a un modus operandi improvisado.
Investigación inicial y acordonamiento de la zona
Elementos del Ejército Mexicano llegaron al lugar minutos después de la alerta y procedieron a acordonar el perímetro. Posteriormente, peritos e investigadores de la Fiscalía realizaron el levantamiento de evidencias sin presenciar actos de obstrucción. Se emplearon protocolos de cadena de custodia para las muestras biológicas y de huellas.
La escena permaneció bajo vigilancia mientras se recopilaban fotografías, videos y muestras de tejido. No se autorizó el paso a personal ajeno a la investigación. Aún se desconoce la fecha prevista para los resultados de los análisis forenses, incluidos los de ADN y rastros de sustancias químicas.




















































































