Detención en Tijuana y operativo contra célula criminal Los Aquiles
José Antonio “N”, alias Chaparro, fue capturado en un inmueble de la colonia Los Altos de Tijuana, Baja California. La acción se llevó a cabo tras la orden de un juez de control, dando pie a un cateo autorizado que contó con el despliegue de varias corporaciones.
El operativo combinó la participación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Armada de México. Las fuerzas de seguridad procedieron a ingresar al domicilio donde se ocultaba el presunto operador.
Chaparro fungía como enlace de “Los Aquiles” en el poniente de la ciudad, con presuntos nexos en distribución de drogas, homicidios, sicariato y labores de halconeo. Se le atribuye haber actuado bajo las indicaciones de Edgar Vicente Escobar Rodríguez, alias Chore o Camarón.
Material incautado y decomiso de estupefacientes en Baja California
Durante el registro del inmueble las autoridades localizaron un total de 15 kilogramos de diversas sustancias ilegales, así como 500 pastillas con apariencia de fármacos controlados. Todo el cargamento fue asegurado como indicio en la carpeta de investigación.
Además del contrabando químico, se confiscaron tres armas largas y cinco cargadores abastecidos con munición real, sumando 300 cartuchos útiles. El arsenal fue embalado y etiquetado conforme a los protocolos forenses establecidos.
En las inmediaciones del domicilio también se identificaron dos vehículos que formaban parte de la logística de transporte. Ambos automotores quedaron retenidos para su análisis y cotejo en los registros oficiales de la Fiscalía.
Coordinación interinstitucional en cateo judicial
El procedimiento se desarrolló en coordinación con el Ministerio Público, quien solicitó el cateo tras integrar suficientes indicios en contra de la célula criminal. El despliegue contó con un cerco perimetral para garantizar la integridad de los agentes.
Con el aval del juez de control, las tres instancias federales ejecutaron labores conjuntas y compartieron responsabilidades logísticas. El mando único operó bajo un mando técnico que supervisó cada fase de la entrada al inmueble.
Participación de fuerzas federales
La SSPC encabezó las tareas de monitoreo y resguardo de la zona, asegurando puntos estratégicos mientras la Sedena se encargó de la parte militar y el apoyo de tráilers blindados para protección. La Armada brindó refuerzo aéreo de vigilancia.
Los operativos incluyeron revisión de vehículos y verificaciones de rutina que sirvieron para cerrar rutas de escape. El intercambio de información entre las dependencias se realizó mediante un centro de mando temporal montado a dos cuadras del lugar.
Puesta a disposición ante el Ministerio Público tras el cateo
Una vez controlado el área, Chaparro y todos los indicios fueron trasladados a la Agencia del Ministerio Público. En sus primeros actos, el fiscal de flagrancia levantó acta y registró las evidencias para iniciar las diligencias penales.
El expediente incluye datos fotográficos, resguardo de la droga y catalogación de las armas. Cada bien fue marcado con un folio y embalado siguiendo la cadena de custodia establecida en el Código Nacional de Procedimientos Penales.
Con la apertura de la carpeta de investigación, la Fiscalía continúa con las pruebas periciales y la toma de declaraciones que definirán la línea procesal contra la célula criminal. El caso se mantiene en seguimiento estricto.
