Ciudad de México, México.— Claudia Sheinbaum dijo que México ha cumplido con la entrega de agua al sur de Texas «en la medida de la disponibilidad», y atribuyó retrasos a una severa sequía.
Puntos clave
- México alega límite en la entrega por una intensa sequía que afecta cuencas compartidas.
- Presas internacionales que alimentan a Texas reportan menos del 12% de su capacidad.
- Estados Unidos reclama 1.3 millones de acre-feet y amenaza con sanciones y aranceles.
- Gobierno mexicano envió una «propuesta integral» con acciones de muy corto plazo y descarta renegociar el tratado de 1944.
Respuesta de Sheinbaum y propuesta enviada a Estados Unidos
La presidenta defendió el proceder mexicano y negó que el tratado de 1944 deba renegociarse. Afirmó que el acuerdo es justo y ha sido respetado dentro de las posibilidades que permiten las condiciones hidrológicas.
Según el gobierno, se envió a autoridades estadounidenses una «propuesta integral» con medidas de muy corto plazo para remediar la entrega de agua. La administración se comprometió a entregar volumen adicional cuando la disponibilidad lo permita.
“en la medida de la disponibilidad de agua”
—Claudia Sheinbaum, presidenta de México.
Sequía en cuencas compartidas y estado de las presas internacionales
Las cuencas compartidas por México y Estados Unidos, incluida la del río Bravo, enfrentan niveles históricos de sequía. Las presas internacionales que deben almacenar agua para entrega a Texas registran menos del 12% de su capacidad.
Ante esa realidad, la administración priorizó el uso interno y la distribución responsable del agua disponible. Esa decisión reduce la posibilidad de cumplir con la cuota originalmente pactada para entrega a Estados Unidos.
Reclamo de Estados Unidos y riesgo de sanciones
Autoridades estadounidenses, encabezadas por el expresidente Donald J. Trump, acusan a México de no entregar 1.3 millones de acre-feet que exige el tratado. Como respuesta, se han amenazado sanciones económicas, incluyendo aranceles a productos mexicanos.
El gobierno mexicano condiciona la entrega al volumen real disponible por la sequía y busca evitar una escalada diplomática. El conflicto subraya la tensión entre obligaciones internacionales y la gestión de recursos hídricos en periodos de estrés climático.
















































































