Impacto de la sequía en Sinaloa y déficit hídrico
La sequía en Sinaloa ha alcanzado niveles críticos con el 100 % del territorio bajo condiciones de déficit hídrico que van de moderadas a excepcionales. Desde el 1 de mayo de 2024, todas las zonas del estado presentan falta de precipitaciones y estrés hídrico generalizado.
El gobernador Rubén Rocha Moya solicitó el 14 de abril una Declaratoria de Desastre Natural al Gobierno Federal para atender el fenómeno. Esta petición busca acceder a recursos destinados a mitigar pérdidas agrícolas y garantizar el suministro de agua.
Clasificación del estrés hídrico por región
Zonas con sequía excepcional (D4)
Ocho municipios presentan la categoría D4 de la CONAGUA, calificada como sequía excepcional con pérdidas generalizadas en cultivos y pastizales. En estas áreas se reporta escasez de agua en pozos, arroyos y embalses, lo que agrava el colapso del suministro local.
Los municipios afectados incluyen El Fuerte, Choix, El Dorado, Culiacán, Cosalá, Elota, San Ignacio y Mazatlán. La extensa dimensión de esta sequía excepcional evidencia un colapso en las reservas hídricas de la región.
Áreas con sequía extrema y grave (D3 y D2)
Once municipios se encuentran bajo sequía extrema (D3), con grandes pérdidas agrícolas y restricciones generalizadas de agua para uso doméstico y ganadero. Entre ellos destacan Ahome, Guasave y Navolato, donde la falta de precipitaciones interrumpe las actividades productivas.
Escuinapa figura en la categoría D2, correspondiente a sequía grave con pérdidas de cosechas y restricciones comunitarias de agua. Estos parámetros revelan un panorama de estrés hídrico persistente en todo el estado.
Escasez de agua y nivel de embalses
Las presas estatales operan al 6.9 % de su capacidad, equivalentes a 1 100 millones de metros cúbicos, muy por debajo del nivel requerido para las plantas potabilizadoras. Esta situación agrava la crisis de abastecimiento en zonas rurales y urbanas de Sinaloa.
La caída de los mantos freáticos se ha profundizado tras dos años sin lluvias significativas. El colapso de acuíferos subterráneos refleja un déficit de recarga que, según la CONAGUA, no se revierte desde hace tres décadas.
Acciones estatales para mitigar la escasez
Distribución de agua mediante pipas
El Gobierno del Estado, la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable y la CONAGUA han desplegado 60 pipas para abastecer a las comunidades más afectadas. Este operativo busca atender necesidades básicas en localidades con cortes de suministro prolongados.
La entrega de agua se realiza en horarios programados, priorizando zonas con sequía excepcional. Sin embargo, la capacidad de las pipas enfrenta limitaciones para cubrir la demanda total de la población rural.
Coordinación de instancias gubernamentales
Las dependencias estatales coordinan recursos y logística para optimizar la distribución, sin que hasta ahora se registren protocolos de emergencia federal. La falta de respuesta de instancias superiores dificulta la planificación de medidas a largo plazo.
La operatividad conjunta se centra en monitorear los niveles de agua y atender reportes de emergencia en tiempo real. No obstante, la dependencia de apoyo federal mantiene en riesgo la continuidad de los programas de contingencia.
Solicitud de Declaratoria de Desastre Natural al Gobierno Federal
La petición de Declaratoria de Desastre Natural sigue pendiente de respuesta por parte del Gobierno Federal. Sin esta aprobación, no se liberan recursos adicionales para respaldar a familias, agricultores y ganaderos.
La ausencia de pronunciamiento federal condiciona la asignación de fondos y la implementación de planes de alivio. Este bloqueo administrativo limita la capacidad de mitigación ante una de las sequías más severas en 30 años.