La construcción de muros en la banqueta de la calle Leandro Valle, junto al mercado municipal José María Pino Suárez, redujo el paso peatonal sin aviso y afectó a comerciantes que se enteraron cuando las bardas ya estaban levantadas.
Puntos clave
- Muros de block invadieron la banqueta frente al mercado municipal José María Pino Suárez.
- Autoridades justificaron la obra por la Instalación de tableros eléctricos y transformadores.
- Comerciantes y peatones no recibieron aviso ni alternativas de paso.
- Ni el gobierno estatal ni instancias municipales han explicado la elección de la solución constructiva.
Intervención en Leandro Valle: muros y finalidad eléctrica
La obra consiste en levantar muros de block sobre la banqueta de la calle Leandro Valle, adyacente al mercado municipal José María Pino Suárez. La construcción reducirá el espacio destinado al peatón y se presentó sin diálogo previo con locatarios.
La explicación oficial, difundida después de iniciada la obra, indica que ahí se instalarán tableros eléctricos y transformadores como parte de la rehabilitación del sistema del mercado. Más allá de la modernización eléctrica, la ejecución física de la intervención generó cuestionamientos por su carácter permanente y toscamente dispuesto.
Afectaciones directas a comerciantes y peatones
Comerciantes del mercado reportaron que se enteraron del proyecto cuando las bardas ya estaban levantadas y no recibieron avisos ni alternativas de operación. La reducción de la banqueta dificulta el acceso a puestos y la circulación de clientes, según el testimonio recopilado.
La obra no muestra soluciones visibles para la protección del peatón ni accesos temporales; los muros permanecen en la vía pública sin señalización ni rutas alternas claras. Esa falta de medidas incrementa el riesgo de accidentes y complica la actividad comercial diaria en la zona.
Información pública y responsabilidades institucionales
Hasta ahora, ni el gobierno del estado ni las instancias municipales han explicado por qué se optó por una solución de muros permanentes en la banqueta. Tampoco han detallado las medidas que tomarán para proteger a peatones y comerciantes durante y después de la intervención.
Lo visible en el sitio es una intervención hecha con prisa y sin planeación aparente, que obliga a usuarios y locatarios a adaptarse a un cambio físico del espacio público. La ausencia de comunicación y alternativas mantiene abiertas las dudas sobre la gestión y la prioridad concedida al orden urbano.



































































































