Hallazgo de cuerpos de activista en rancho La Ceiba, Veracruz
El 28 de abril de 2025 se localizaron sin vida los cuerpos de Sandra Domínguez y Alexander Martínez en el rancho La Ceiba, en Veracruz. Ambos habían desaparecido el 4 de octubre de 2024 en la comunidad de María Lombardo, San Felipe de Zihualtepec, Oaxaca.
La distancia entre el último punto de avistamiento y el sitio del hallazgo es de 34 kilómetros, un tramo que pone en cuestión el seguimiento de la ruta de búsqueda y la integridad de la cadena de custodia de pruebas.
Contexto del operativo de búsqueda
La Fiscalía de Oaxaca coordinó el cateo en Veracruz con la Fiscalía estatal correspondiente, desplegando peritos y agentes ministeriales. Durante el operativo, se realizaron inspecciones detalladas en distintas áreas del rancho.
Se implementaron protocolos de preservación de la escena y recolección de indicios, aunque los tiempos de respuesta y la logística utilizada generan cuestionamientos sobre la eficacia del proceso.
Proceso de identificación y análisis pericial de víctimas
Los análisis periciales para confirmar la identidad de las víctimas se llevaron a cabo en los días posteriores al hallazgo. Las muestras biológicas fueron cotejadas con datos genéticos proporcionados por familiares.
El uso de técnicas de antropología forense y biología molecular permitió la validación de la identidad, aunque persisten dudas sobre los plazos empleados en el estudio de laboratorio.
Participación familiar en la verificación
Los familiares asistieron a la toma de muestras y comparecieron ante peritos para ratificar coincidencias físicas y genéticas. Este mecanismo buscó garantizar transparencia en la investigación.
No obstante, el proceso de identificación evidenció la falta de información pública sobre los criterios de selección de muestras y los tiempos estimados de entrega de resultados.
Recorrido entre sitio de desaparición Oaxaca y lugar de hallazgo
El trayecto de 34 kilómetros que separa María Lombardo, Oaxaca, del rancho La Ceiba, Veracruz, revela posibles omisiones en las primeras labores de búsqueda. El tramo abarca zonas rurales de difícil acceso.
La ausencia de un registro claro de las rutas inspeccionadas provoca inquietud respecto a la coordinación inicial entre instancias locales y estatales.
Logística del traslado de evidencias
Las evidencias recabadas en el lugar de hallazgo fueron embaladas y transportadas bajo custodia ministerial. Cada paquete de indicios incluía bitácoras de movimiento, aunque sin detalles exhaustivos sobre los peritos responsables.
El traslado de restos y objetos vinculados al caso exigió vehículos oficiales y sellos de seguridad, pero no se ha precisado si se contó con apoyo de unidades especializadas en cadena de custodia.
Acciones de investigación forense y protocolos de cateo
La investigación forense incluyó el levantamiento de cadáveres, toma de fotografías, y análisis preliminares en sitio. Posteriormente, se realizaron exámenes de gabinete para determinar causas de muerte.
El cateo en el rancho La Ceiba se reg lanzó a través de órdenes judiciales, sin que hasta el momento se haya detallado el contenido completo de los informes periciales.
Coordinación interinstitucional en el trabajo pericial
La Fiscalía de Oaxaca trabajó en conjunto con la Fiscalía de Veracruz para intercambiar protocolos, compartir bases de datos y estandarizar formatos de informes. Esta interacción buscaba agilizar el avance de la pesquisa.
A pesar de la colaboración, no se han divulgado indicadores claros sobre tiempos de respuesta ni criterios de selección de especialistas que participaron en el análisis forense.
