Explosión en el puerto de Bandar Abbas
El sábado por la noche se registró una fuerte explosión seguida de un incendio en el puerto de Shahid Rajaei, en Bandar Abbas, al sur de Irán. La deflagración se produjo en instalaciones de carga y generó una columna de humo rojizo que se elevó varios kilómetros.
Los informes oficiales señalan que al menos 25 personas perdieron la vida y alrededor de 800 resultaron heridas. Hasta el momento solo 10 víctimas han sido identificadas, entre ellas dos mujeres.
Testigos señalaron que fragmentos de vidrio de las naves y edificios portuarios quedaron esparcidos en barrios aledaños, mientras se detectaban vibraciones en casas situadas a distancia.
Respuesta de emergencia al incendio en puerto iraní y reactivación portuaria
Las autoridades desplegaron helicópteros y aviones para bombardear el área afectada desde la noche del incidente hasta la mañana siguiente. Estos esfuerzos apuntaron a controlar las llamas originadas tras la explosión inicial.
Según el reporte oficial, el incendio quedó “bajo control” el domingo y las operaciones portuarias comenzaron a reanudarse de inmediato, aunque con protocolos de seguridad reforzados.
Acciones de contención del fuego
Los equipos aéreos realizaron descargas de agua sobre los puntos más críticos, evitando que las llamas alcanzaran depósitos cercanos. Este procedimiento se prolongó durante varias horas en condiciones de visibilidad limitada por el humo.
Los bomberos terrestres se centraron en asegurar las vías de circulación dentro del puerto y en detener el avance de las llamas hacia almacenamientos de materiales combustibles.
Impacto en la reactivación de la logística
Tras el control parcial del fuego, algunas grúas y muelles empezaron a operar de forma escalonada bajo estrictos controles de seguridad. Se establecieron zonas restringidas para evaluar daños en infraestructura.
Los operadores marítimos informaron demoras en la carga y descarga de buques, pero confirmaron que las operaciones esenciales se reinstalaron antes de mediodía del domingo.
Investigación de posible sabotaje y carga de perclorato de sodio
La empresa de seguridad Ambrey aseguró que el puerto había recibido en marzo un cargamento de perclorato de sodio, un compuesto utilizado como propulsor sólido en misiles. Esta información ha centrado las sospechas sobre un acto deliberado.
El ministro de Exteriores iraní declaró que el país se encuentra “en alerta máxima” ante cualquier indicio de sabotaje. Aunque no se han presentado acusaciones formales, el contexto de la tercera ronda de negociaciones nucleares con Estados Unidos, celebrada el mismo día en Omán, refuerza las conjeturas.
Las autoridades mantienen bajo reserva los detalles de la pesquisa, pero confirman que se revisan registros de entrada de mercancías y protocolos de seguridad previos al incidente.
Riesgos de contaminación química en Bandar Abbas
La aduana iraní anunció la apertura de una investigación sobre los materiales almacenados en el área portuaria, especialmente productos catalogados como peligrosos. Se busca determinar la presencia de compuestos que puedan generar riesgos adicionales.
Expertos estatales advirtieron sobre posibles emisiones de amoníaco, dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno tras la explosión. Estas sustancias podrían afectar la calidad del aire y representar un peligro para la salud pública.
Como medida preventiva, las autoridades decretaron el cierre temporal de escuelas y oficinas en Bandar Abbas durante la jornada dominical, mientras se recopilan muestras de aire y suelo.
