Desplazamiento forzado: evacuación obligatoria de Dobropillia
El gobierno ucraniano ordenó la evacuación forzosa de Dobropillia, una localidad minera situada a 15 km de la línea del frente. Desde el 17 de julio, más de 1.250 habitantes han sido trasladados fuera de la zona de riesgo.
Entre los evacuados figuran ancianos, familias con niños y personas con movilidad reducida, quienes abordaron autobuses con sus pertenencias básicas. El operativo busca reducir la exposición de la población a los combates.
Amenazas en la ofensiva rusa: bombardeos y ataques con artillería
La operación de evacuación se desarrolla bajo constantes bombardeos y fuego de artillería. Las rutas de salida están expuestas a ataques con drones y explosiones, lo que dificulta la planificación de corredores seguros.
En días pico, hasta 150 residentes partieron diariamente hacia zonas alejadas del frente. Sin embargo, las condiciones operativas cambian de un momento a otro, obligando a los equipos a reajustar sus itinerarios.
Situación de personas con movilidad reducida y atención sanitaria
Del total de evacuados, cerca de 260 presentan problemas graves de salud o movilidad reducida, lo que exige asistencia especializada. La presencia de personal voluntario ha sido clave en estos traslados.
Las condiciones del terreno y la amenaza permanente de ataques prolongan la exposición al peligro, afectando directamente a quienes requieren cuidados médicos constantes.
Evacuación de personas con discapacidad
Para facilitar el desplazamiento de habitantes con discapacidad, se adaptaron autobuses y se proporcionaron sillas de ruedas. Aun así, el riesgo de bombardeos complica cada traslado.
Voluntarios describen la operación como urgente, donde cada minuto cuenta para proteger a los más vulnerables en medio de la ofensiva.
Proximidad al frente y avance de las tropas rusas
En menos de un año, las fuerzas rusas redujeron la distancia al frente de más de 50 km a apenas 15 km. El control declarado de Chásiv Yar aceleró el avance hacia Dobropillia.
Esta cercanía al frente sitúa a la población en un escenario de presión constante, con zonas residenciales expuestas a fuego directo desde posiciones enemigas.
Daños a la infraestructura civil y ataques recientes
El 16 de julio, un bombardeo contra un centro comercial provocó dos muertos y más de 20 heridos. Este incidente evidencia el impacto directo sobre instalaciones civiles sin vínculo militar.
Además del centro comercial, redes eléctricas y edificios públicos han sufrido daños que complican aún más la operación de evacuación y la atención de desplazados.




















































































