Inseguridad carretera mexicana y emergencia de Centinela 2.0
La creciente ola de ataques y asaltos en rutas nacionales ha llevado a un repunte en la preocupación por la seguridad vial. Según datos oficiales, los incidentes delictivos en carreteras han aumentado en los últimos trimestres, lo que pone en entredicho la capacidad preventiva de los sistemas tradicionales.
Frente a este panorama, ANERPV y autoridades federales y estatales impulsaron Centinela 2.0, una plataforma basada en inteligencia artificial que busca anticipar conductas delictivas. El proyecto se presenta como un paso hacia un modelo de vigilancia predictiva, aunque hasta ahora sus resultados operativos no han sido evaluados de forma independiente.
Procesamiento de datos en tiempo real con plataforma inteligencia artificial y análisis delictivo
Mecanismo de recopilación de coordenadas y reportes de operadores
Centinela 2.0 ingiere grandes volúmenes de información: coordenadas GPS de unidades rastreadas, reportes manuales de operadores y registros horarios. Estos datos se actualizan continuamente, lo que permite conformar un mapa dinámico de las carreteras en riesgo.
El flujo constante de insumos posibilita una visualización georreferenciada de incidentes. No obstante, surgen dudas sobre la calidad de los reportes humanos y la sincronización de todos los centros de monitoreo, factores que pueden comprometer la precisión del sistema.
Detección de patrones y zonas de alto riesgo
Con algoritmos de aprendizaje automático, la plataforma identifica agrupaciones de sucesos que coinciden en horarios o regiones específicas. Esta metodología pretende señalar rutas con probabilidad elevada de robo o agresión.
Pese a las promesas de reducir daños materiales y atentados, la ausencia de métricas públicas hace difícil medir la eficacia real. Además, expertos critican que la tecnología podría replicar sesgos si no se revisan continuamente sus parámetros.
Integración con centros de control C4, C5 y Guardia Nacional
El plan de homologación contempla enlazar Centinela 2.0 con los centros de mando C4 y C5 de diversas entidades, así como con la Guardia Nacional. Esta unificación de información busca centralizar la supervisión de más de 2.5 millones de vehículos en tránsito.
Al centralizar datos, se espera activar alertas preventivas basadas en rutas y horarios críticos. Sin embargo, la coordinación interinstitucional plantea retos de interoperabilidad y responsabilidades legales sobre el uso de datos personales.