Expansión de campos de adiestramiento y centros de entrenamiento ilícitos
La Fiscalía General de la República confirmó la existencia de nuevos campos de adiestramiento, además del rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco. Estas instalaciones operan como centros de entrenamiento clandestinos.
Según la indagatoria, los lugares detectados se distribuyen en varias zonas rurales del occidente del país. En cada sitio se desarrollan prácticas tácticas y ejercicios de formación para grupos delictivos.
El titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero, detalló que la identificación de estos campamentos responde a trabajos de inteligencia y georreferenciación. La investigación continúa activa para precisar su número exacto.
Características de los nuevos campamentos de adiestramiento y sitios de formación
Los campamentos de adiestramiento presentan áreas delimitadas para tiro al blanco, simulacros de emboscada y trazado de rutas tácticas. Su infraestructura incluye barracas improvisadas y polvorines rústicos.
En la mayoría de los centros de entrenamiento se observan fogatas permanentes para cocinas de campo y letrinas rústicas, características de un funcionamiento prolongado. Los caminos de acceso muestran lotes abiertos.
Algunos reportes señalan pozos de agua y cercas de alambre de púas que dificultan el acceso de autoridades. La vegetación circundante es aprovechada como cobertura natural para camuflar las actividades.
Contexto de la detección
El hallazgo de estos campamentos surgió a partir de imágenes satelitales analizadas por la Fiscalía. Posteriormente, se corroboró con sobrevuelos y patrullajes en tierra.
La combinación de inteligencia humana y tecnológica permitió trazar rutas y posibles puntos de abastecimiento. Con ello, se establecieron prioridades en las diligencias de inspección.
Operativos de inspección
En las incursiones participaron equipos especializados en criminalística y agrimensores forenses. Se levantaron evidencias de pólvora, armamento y documentos que acreditan planeación.
Las diligencias incluyeron toma de fotografías, geolocalización de coordenadas y retención de objetos tecnológicos para análisis pericial. No se reportaron enfrentamientos.
Marco jurídico y seguimiento de los campamentos ilícitos
La FGR persigue la tipificación de delitos como asociación delictuosa y acopio de armas de fuego. Los campamentos de adiestramiento se consideran agravantes para posibles sentencias.
Las carpetas de investigación recaban declaraciones ministeriales y peritajes balísticos. También se evalúa el vínculo entre estos sitios y organizaciones criminales con presencia nacional.
El seguimiento jurídico incluye órdenes de cateo pendientes y solicitudes de colaboración con autoridades estatales. La Fiscalía busca asegurar los terrenos y desmantelar la infraestructura ilícita.
Procesos legales
El Ministerio Público Federal integra pruebas para solicitar vinculación a proceso de los presuntos responsables. Se investiga la cadena de mando detrás de la operación de cada centro.
La presentación de peritajes de explosivos y trazas de armamento será clave en el avance de las imputaciones. El juez determinará medidas cautelares.
Vigilancia institucional
La FGR implementa protocolos de monitoreo satelital y reportes periódicos de campo. Se pretende mantener actualizada la localización de estos campamentos y prevenir su reactivación.
El diseño de un sistema de alerta temprana busca coordinar patrullajes interinstitucionales. La colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional podría reforzar la vigilancia.
