Acuerdo comercial UE-EEUU y compromiso energético
El domingo 27 de julio se alcanzó un acuerdo comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos que establece un arancel base del 15 % para la mayoría de productos comunitarios exportados al mercado estadounidense. Este pacto incluye además el compromiso de la UE para adquirir energía proveniente de EE. UU. por 750 000 millones de dólares, así como inversiones adicionales en territorio norteamericano por 600 000 millones.
El tratado busca frenar la escalada de contramedidas arancelarias tras meses de tensión, articulando mecanismos de revisión periódica para adaptar los porcentajes según la evolución del comercio bilateral. Se prevén comités de seguimiento para evaluar el impacto en sectores sensibles.
Reacción de mercados europeos y bursátiles ante los aranceles
Al conocerse los términos del acuerdo, el euro se depreció un 0,8 % frente al dólar en las primeras jornadas de negociación, reflejando incertidumbre sobre el alcance real del pacto arancelario. Las bolsas de Frankfurt, París y Londres registraron descensos superiores al 1 % motivados por las expectativas de encarecimiento de exportaciones.
En Wall Street, el S&P 500 y el Nasdaq mostraron avances moderados por el alivio de posibles represalias, mientras que el Dow Jones permaneció prácticamente estable. Estas fluctuaciones indican una división en la percepción de riesgo entre mercados europeos y estadounidenses.
Defensa de la Comisión Europea y argumentos oficiales
Maroš Šefčovič, comisario de Comercio y principal negociador, describió el acuerdo como “mejor que una guerra comercial” al subrayar su capacidad de evitar represalias mutuas. Su discurso, sin embargo, no detalla garantías específicas para sectores con pérdidas previstas.
Representantes alemanes lo calificaron de necesario para frenar la escalada arancelaria, advirtiendo al mismo tiempo que algunos segmentos industriales afrontarán presiones por el encarecimiento de suministros y componentes importados.
Críticas políticas y división en el bloque comunitario
El pacto suscitó un fuerte rechazo en varios gobiernos miembros, donde se ha denunciado pérdida de poder de negociación frente a Estados Unidos. Estas voces cuestionan la estrategia del Ejecutivo comunitario y apuntan a riesgos de dependencia económica.
En el Parlamento Europeo, distintos grupos han calificado el tratado de violación de normas de la OMC, evidenciando profundas discrepancias internas sobre la ambición estratégica de la UE en el comercio global.
Desacuerdos de líderes nacionales
Desde Francia, el primer ministro François Bayrou describió el acuerdo como “capitulación” que socava la autonomía del bloque. En España, Pedro Sánchez admitió su apoyo sin entusiasmo y remarcó la urgencia de reforzar la competitividad comunitaria.
En Italia, la primera ministra Giorgia Meloni valoró el pacto positivamente, aunque exigió un plan de apoyo para las industrias más afectadas por los nuevos aranceles, lo que revela tensiones sobre la cohesión interna.
Reproches de formaciones políticas y externas
Líderes de extrema derecha, como Alice Weidel y Viktor Orbán, denunciaron una supuesta pérdida de autonomía frente a EE. UU., mientras que el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, alertó sobre una posible desindustrialización europea.
Los grupos populares, socialdemócratas, liberales, verdes e izquierda unida coincidieron en tildar el pacto de vergonzoso y contrario a las normas internacionales, mostrando el alcance de la división política.
Preocupaciones industriales y aranceles en manufactura
Las federaciones de industrias alemanas (BDI) y siderúrgicas (Eurofer) advirtieron que los nuevos aranceles encarecerán maquinaria, vehículos y productos químicos, presionando al alza los costes de producción en Europa. Este encarecimiento podría trasladarse al precio final de los consumidores.
Empresas automotrices como Volkswagen, BMW y Porsche, así como grupos de bebidas como Pernod Ricard, registraron caídas en bolsa superiores al 3 % tras conocer los detalles del pacto, reflejando la inquietud de los inversores sobre la viabilidad del acuerdo para los sectores exportadores.




















































































