Características principales de la zona de baja presión
Se ha formado una zona de baja presión al sur de la costa de Oaxaca, caracterizada por presión atmosférica reducida y convección activa. Este sistema muestra una organización inicial en la capa baja de la atmósfera sobre aguas tropicales.
Conagua y el Servicio Meteorológico Nacional informan que la inestabilidad en esa área se debe a la confluencia de vientos y a la presencia de aire cálido y húmedo. La configuración actual favorece el desarrollo de nubes de gran desarrollo vertical.
Probabilidad de desarrollo ciclónico a corto y mediano plazo
El pronóstico oficial establece un 10 % de probabilidad de desarrollo ciclónico en las próximas 48 horas. Este cálculo considera variables como temperatura de la superficie del mar y niveles de cizalladura del viento.
Para un periodo de siete días, ese potencial asciende al 70 %. El incremento refleja mayores probabilidades de consolidación de una circulación ciclónica conforme el sistema se aleja de la influencia directa de la costa.
Ubicación geográfica y trayectoria proyectada
La zona de baja presión se localiza a 620 km al sur de Puerto Ángel, Oaxaca. Los datos de satélite registran que su posición se mantiene estable, con ligeras variaciones en latitud y longitud.
Su desplazamiento actual es hacia el oeste-noroeste a una velocidad de entre 16 y 24 km/h. Este rumbo obedece a la dirección predominante de vientos en niveles bajos y a la circulación general en la región.
Velocidad de traslación y factores de seguimiento
La velocidad de desplazamiento influye en la capacidad del sistema para organizarse. A 16–24 km/h, el fenómeno se mueve con moderada rapidez, lo que puede favorecer su interacción con distintas capas atmosféricas.
El ritmo constante podría permitir que la baja presión mantenga su eje intacto, siempre que las condiciones de humedad y viento en altura no presenten variaciones súbitas.
Ritmo de avance del sistema
El desplazamiento sostenido es un elemento clave para evaluar la evolución. A esta velocidad, el sistema tiene la oportunidad de mantenerse cohesionado sin perder energía rápidamente.
La consistencia del avance influye en la estructura interna, pues un movimiento uniforme suele favorecer la organización de bandas nubosas y la consolidación de un centro de baja presión.
Elementos de monitoreo continuo
Para un seguimiento minucioso se analizan la temperatura del agua superficial y la cizalladura del viento en niveles medios. Estos factores determinan si el sistema puede intensificarse o si su desarrollo quedará limitado.
La presencia de vientos en contra en capas altas resultaría un inhibidor, mientras que valores bajos de cizalladura fomentarían la consolidación de un núcleo más definido.




















































































