Negociación con Irán y posible ofensiva militar
El presidente de Estados Unidos dejó en suspenso la decisión sobre un posible ataque militar contra el régimen de Irán, tras afirmar que Teherán solicitó iniciar negociaciones. Desde la Casa Blanca, Trump destacó que nadie sabe si finalmente ordenará una acción bélica.
Según sus declaraciones, la petición de diálogo llegó justo antes de los bombardeos israelíes, y esa demanda marcó un punto de inflexión en la política de Washington. La referencia al pedido de conversaciones subraya la tensión entre la vía diplomática y la amenaza de fuerza.
Plazo de 60 días y reacciones sobre el pacto nuclear
Trump recordó que impuso un plazo de 60 días para revisar el pacto nuclear con Irán, un acuerdo que buscaba limitar el enriquecimiento de uranio. En el día 61, Israel atacó instalaciones de centrifugado, un movimiento que el presidente consideró precipitado.
El mandatario criticó que Teherán no hubiera explorado opciones de diálogo antes de esos bombardeos, insistiendo en que un acuerdo habría salvado la estabilidad regional. Esta postura combina exigencias diplomáticas con advertencias sobre el uso de la fuerza.
Bombardeos de centrifugadoras y debate sobre el pacto nuclear
Las instalaciones de centrifugado de uranio en territorio iraní fueron blanco de ataques al día siguiente de que venciera el ultimátum. Ese bombardeo reavivó el debate sobre la efectividad del pacto nuclear y la voluntad de las partes para negociar.
En sus comentarios, Trump señaló que el régimen islámico “podría haber actuado de otra manera” para mantener el acuerdo intacto. Esta observación pone en evidencia la fragilidad de los compromisos internacionales cuando escasea la confianza mutua.
Críticas al régimen islámico y tono de advertencia
El presidente acusó al liderazgo iraní de comportarse como “matones de patio de colegio” durante décadas, construyendo una imagen de dureza y falta de diplomacia. Esa metáfora refuerza su postura de que la paciencia estadounidense se ha agotado.
Aun así, aseguró que “nunca es demasiado tarde” para retomar la negociación y advirtió que su exigencia de rendición incondicional busca un acuerdo más estricto. La mezcla de presión y apertura refleja una estrategia de máxima exigencia.
Perspectivas de un nuevo acuerdo y presión internacional
El mandatario estadounidense enfatizó que mantiene la opción de negociar, siempre y cuando Irán cumpla con condiciones severas. Esta posición refuerza la presión internacional sobre el régimen para aceptar términos más rigurosos.
Con el trasfondo de recientes ataques y plazos incumplidos, la atención global se centra en si Teherán responderá de manera constructiva o si persistirá la tensión bélica. La evolución de esta situación determinará el curso de la diplomacia en la región.