Extensión del plazo de negociación en Ucrania
El 28 de julio de 2025, en Escocia, Donald Trump se reunió con el primer ministro británico Keir Starmer y anunció un nuevo plazo de entre 10 y 12 días para que Vladimir Putin ponga fin a la guerra en Ucrania. Esta extensión se produce tras el vencimiento de la primera prórroga sin avances significativos.
El anuncio sigue a la decisión del 14 de julio, cuando Trump había otorgado inicialmente 50 días a Putin para alcanzar un acuerdo de paz. Al no percibir progreso alguno, optó por acortar el margen de negociación.
Compromiso inicial y evolución del calendario
En la primera etapa del compromiso, la administración de Trump estableció un período de 50 días como margen para avanzar hacia una tregua. Durante esas semanas no se reportaron gestos concretos por parte de Moscú que indicaran disposición a dialogar.
Con la nueva ventana de 10 a 12 días, la atención se centra en un calendario más ajustado, con la expectativa de lograr un acuerdo antes de que comiencen las sanciones adicionales previstas para septiembre.
Sanciones económicas y presión financiera a Rusia
Donald Trump advirtió que, de no alcanzarse un entendimiento antes de septiembre, la Casa Blanca impondrá nuevas sanciones económicas tanto a Rusia como a las entidades y países que continúen adquiriendo su energía y otros productos estratégicos.
Entre las medidas contempladas se mencionan bloqueos de activos, restricciones a transacciones financieras internacionales y prohibiciones de importación de materias primas vinculadas con el esfuerzo bélico ruso.
Relación previa con Vladimir Putin y tono crítico
Aunque en ocasiones anteriores Trump había elogiado públicamente su relación con Vladimir Putin, en esta reunión expresó frustración ante la prolongación del conflicto en Ucrania y resaltó la falta de avances diplomáticos.
Este giro en el discurso refleja un endurecimiento de la política hacia Moscú, en contraste con declaraciones previas que destacaban la importancia de mantener buenas relaciones bilaterales.
