Reubicación de Genaro García Luna al Centro Penitenciario ADMAX Florence
En las últimas dos semanas, el gobierno de Estados Unidos procedió al traslado de Genaro García Luna desde la Penitenciaría Lee en Virginia hacia el Centro Penitenciario de Super Máxima Seguridad Florence ADMAX USP, identificado con el registro 59745-177.
Este movimiento implica un cambio de reclusorio a uno considerado de nivel máximo dentro del sistema federal. La reubicación fortalece el control sobre el prisionero, limitando su presencia en instalaciones con protocolos de menor rigor.
El traslado forma parte de un plan de supervisión más riguroso, que prioriza la contención del interno en un entorno catalogado como “El Alcatraz de las Montañas Rocosas”. La designación refleja el nivel de resguardo y aislamiento implementado en esta instalación.
▶️ Genaro García Luna, ex Secretario de Seguridad Pública de México, es trasladado a la penitenciaria de supermáxima seguridad en Colorado; esta prisión es considerada la más segura de EU, con cero intentos exitosos de fuga.
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— Milenio (@Milenio) June 30, 2025
Detalles del traslado desde Virginia
La salida de la Penitenciaría Lee de Virginia se llevó a cabo bajo estrictas medidas de seguridad. Cámaras, vehículos blindados y escoltas colaboraron para garantizar la integridad del traslado. El proceso no registró incidentes públicos al momento de la movilización.
El registro oficial indica que García Luna arribó al penal de Colorado con el número de cédula penitenciaria 59745-177. Dicho código facilita el seguimiento y control interno a través de bases de datos federales.
Registro y número de penado en Fremont
El Condado de Fremont aloja menos de 500 internos en el ADMAX USP, caracterizado por su estructura de alta seguridad. El registro 59745-177 corresponde al ex secretario de Seguridad Pública de México, cuya ficha está integrada en los sistemas de la Oficina Federal de Prisiones.
El cómputo de reclusos y celdas permite mantener un índice bajo de población, lo que refuerza el protocolo de aislamiento diario y minimiza el riesgo de contacto entre internos.
Condiciones de supermáxima seguridad y aislamiento extremo
El Centro Penitenciario Florence ADMAX se habilitó en enero de 1995 para concentrar a internos de alta peligrosidad. Las celdas, con dimensiones aproximadas de 2.1 × 3.6 m, disponen únicamente de cama, escritorio, inodoro y ducha. Los módulos están diseñados para prevenir todo tipo de interacciones prolongadas entre reclusos.
La rutina de confinamiento prevé 23 horas diarias en aislamiento. Cada preso tiene permitido salir de la celda una sola hora para actividades básicas, manteniendo las jornadas estructuradas para reducir cualquier riesgo de coordinación entre internos.
Características de las celdas de concreto
Las casetas de reclusión están construidas con muros de concreto reforzado para evitar huecos o fisuras. La puerta de acero se abre y cierra mediante mecanismos eléctricos controlados desde un centro de monitoreo, sin intervención directa de personal en pasillos.
Los espacios interiores cuentan con mobiliario fijo y antidesmontable, diseñado para prevenir su uso como arma o herramienta de fuga. La iluminación permanece constante para disuadir conductas fuera de la normativa interna.
Protocolos de vigilancia remota
El perímetro incluye cámaras de alta resolución, detectores de movimiento y vallas de púas externas. Más de 1 400 puertas de acero se administran de forma centralizada, reduciendo la presencia de guardias cerca de las celdas.
El complejo combina patrullas armadas, torres de francotiradores y sistemas de detección electrónica para asegurar un cerco impenetrable. Desde su apertura, no se ha reportado fuga exitosa en este penal.
Limitaciones de comunicación para el interno recluido
Las reglas internas limitan las llamadas telefónicas a una por mes, con un tiempo máximo asignado por normativa federal. No existen horarios flexibles ni excepciones para comunicación adicional con familiares o representantes legales.
El acceso a correspondencia escrita está sujeto a revisión exhaustiva por parte de las autoridades penitenciarias y, en algunos casos, puede aplicarse censura sobre el contenido que se considere riesgoso.
Restricciones de llamadas y visitas
Cada preso recibe un cupo único para realizar llamadas, supervisadas en tiempo real por el personal a cargo. Las líneas públicas son monitoreadas y registradas para evitar mensajes codificados entre internos y externos.
Las visitas en persona son programadas con antelación y se desarrollan en cabinas con separación por acrílico, sin posibilidad de contacto físico. El número de visitantes autorizados y la frecuencia de las visitas se determinan según la clasificación de seguridad.
Dificultades para la defensa legal
El traslado a un penal de alta seguridad complica la logística para los abogados defensores. Las autorizaciones de ingreso y los trámites de credenciales pueden extenderse por días antes de cada audiencia.
La barrera geográfica y las restricciones horarias limitan la interacción directa con el interno, lo que puede afectar la preparación de estrategias jurídicas en tiempo real.
