Red de tráfico de armas en DeLand (Florida)
Seis hombres fueron sentenciados a prisión federal tras operar desde DeLand, Florida, una red dedicada al contrabando de armas de alto calibre. Entre el armamento traficado figuraban rifles Barrett calibre .50 y semiautomáticas FN M249S, adquiridos mediante compras simuladas y registros alterados.
La pesquisa federal estableció que los integrantes enviaban el material bélico hacia cárteles mexicanos, utilizando empresas fachada y documentación falsa para evadir los controles de exportación. El esquema aprovechaba canales aparentemente legales para ocultar el origen real del armamento.
Condenas federales y penas por tráfico de armas
El sistema judicial federal impuso penas que van desde 18 meses hasta nueve años de prisión a los seis acusados. Los cargos incluyeron tráfico de armas de alto calibre, falsificación de registros y compras simuladas con el fin de evadir inspectores federales.
La variación en la duración de las sentencias refleja el grado de participación de cada imputado y su rol dentro de la organización criminal. Las medidas buscan desarticular las estructuras financieras y logísticas que sustentaban el contrabando.
Líder y conspiradores
El cabecilla de la red, Angel Velazquez Delgado, de 34 años, recibió la condena más elevada: nueve años de cárcel por tráfico de armas y maniobras de compra simulada. Su papel principal fue coordinar la adquisición y distribución del armamento.
Los otros cinco conspiradores fueron sentenciados de 18 meses a casi cuatro años de prisión, luego de que se comprobó su participación en la obtención de rifles y ametralladoras para terceros o su implicación en el falseo de la documentación.
Rifles de alto calibre recuperados tras enfrentamientos
La red traficó diversos modelos de armamento, incluido un rifle Barrett 82A1 calibre .50, que fue recuperado en territorio mexicano durante un enfrentamiento entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación y las fuerzas de seguridad en marzo de 2023. Este hallazgo confirmó la ruta de envío desde Florida.
La incautación se dio tras un operativo en el que autoridades mexicanas aseguraron el arma de largo alcance. Ello permitió rastrear conexiones directas entre la compra realizada en noviembre de 2022 y la presencia del rifle en los combates.
Recuperación y evidencia
El Barrett 82A1 adquirido por uno de los imputados fue intervenido y documentado por agentes en México, generando pruebas clave para la investigación federal. La cadena de custodia del arma fue determinante para vincular a la red con los incidentes violentos.
La documentación recabada en el lugar del decomiso reforzó el expediente en Estados Unidos, ya que demostró el paso transfronterizo del armamento y la implicación de cada acusado en la operación de contrabando.
Impacto en la capacidad armamentística de cárteles mexicanos
La desarticulación de esta red de tráfico de armas limita el acceso de grupos criminales a equipamiento de alto calibre. La medida incide directamente en la logística de abastecimiento de rifles semiautomáticos y de precisión para actividades ilícitas.
Al reducir el suministro de armamento pesado, las autoridades buscan obstaculizar la capacidad operativa de los cárteles mexicanos y frenar la escalada de violencia en las zonas de influencia de estas organizaciones.
Declaraciones oficiales
El fiscal federal Gregory W. Kehoe indicó que la operación disminuye significativamente la capacidad de fuego de los cárteles mexicanos. La medida se basó en la evidencia recabada durante la investigación transfronteriza.
El agente del ATF Kirk Howard señaló que la investigación y las detenciones afectaron rutas de suministro. Este avance forma parte de la estrategia de contención del tráfico ilícito de armas.




















































































