Tala de árboles en el parque de Fraccionera Finisterra
Vecinos del Fraccionamiento Finisterra, al sur de Culiacán, denunciaron que maquinaria pesada arrasó con más de 60 árboles frutales y de sombra en el parque comunitario sin previo aviso. El terreno, registrado como área verde en el catastro municipal, fue aprovechado colectivamente durante más de una década.
Entre los ejemplares derribados se encontraban arrayanes, guayabos, naranjos, limoneros, mandarinos y bugambilias de hasta 17 años de crecimiento. La abrupta tala de árboles generó sorpresa y descontento, ya que el espacio servía como punto de encuentro y recreación para las familias.
Especies afectadas
Los árboles frutales como naranjos y limoneros aportaban sombra y cosecha para los residentes. Cada ejemplar representaba un esfuerzo comunitario de siembra, riego y cuidado.
Asimismo, las bugambilias y los arrayanes contribuían a la biodiversidad local y actuaban como barrera natural contra el polvo y la contaminación del entorno urbano.
Antigüedad y función comunitaria
Varios de los ejemplares removidos superaban los 15 años de existencia, habiendo sido plantados por las propias familias del fraccionamiento. Su arraigo consolidó el parque como un espacio seguro para actividades infantiles y deportivas.
Este uso colectivo fortalecía la cohesión social y ofrecía una alternativa lejos de zonas vulnerables a problemas de seguridad y delincuencia.
Permisos municipales y autorización de tala
Algunos residentes mencionan que el abogado contratado por la constructora aseguró contar con la autorización municipal para la limpieza del parque. Señalan, sin embargo, que no hubo comunicación oficial previa sobre el inicio de los trabajos.
El documento de permiso, según la versión de los operarios, indica que el área es propiedad del Ayuntamiento y que el desmonte forma parte de un proyecto de recuperación de suelo. Los vecinos cuestionan la validez y la transparencia de esa autorización.
Rol del Ayuntamiento en la autorización
El Ayuntamiento figura como titular del predio desde que la constructora entregó el espacio, pero no ha informado sobre el alcance real de los permisos otorgados. La falta de comunicación oficial dejó a los habitantes sin opción de defensa.
Los vecinos esperan que la administración revele si el permiso responde a un plan urbanístico o a un uso de suelo distinto al recreativo, tal como consta en los registros de catastro municipal.
Maquinaria empleada y técnicas de desmonte
En el sitio se utilizaron retroexcavadoras y maquinaria de gran tonelaje para remover troncos y raíces. El proceso, según testigos, duró varias jornadas hasta dejar el terreno completamente despejado.
La acción se realizó antes del amanecer en algunos casos, lo que dificultó la supervisión ciudadana y dejó evidencia de remoción sin cuidados mínimos para conservar suelo y biodiversidad.
Reacción vecinal y protestas por tala desmedida
Los habitantes reprochan la falta de aviso y explicaciones por parte de la autoridad municipal. Aseguran que invirtieron recursos y tiempo en la creación de un espacio seguro para niños y adultos mayores.
La presidenta del comité vecinal señala que el desmonte afecta directamente la calidad de vida y la imagen de seguridad en la zona, pues el parque funcionaba como punto de convivencia y vigilancia natural.
Esfuerzos comunitarios previos
Durante más de una década, los vecinos construyeron caminerías, instalaron bancas y realizaron podas periódicas para garantizar el desarrollo saludable de las especies.
La organización comunitaria Parques Alegres había brindado asesoría técnica para el mantenimiento, consolidando el parque como un referente de espacios verdes urbanos en la ciudad.
Demandas oficiales ante el municipio
Los residentes exigen la restitución de los ejemplares o la presentación de un plan de reforestación que respete el uso de suelo originalmente asignado. Solicitan, además, la publicación del permiso y el proyecto urbanístico asociado.
La comunidad ha organizado reuniones y presentado solicitudes formales para obtener claridad sobre las acciones futuras y garantizar la conservación del área verde.
Importancia de las áreas verdes urbanas y parque comunitario
Las áreas verdes urbanas desempeñan un papel clave en la regulación de temperatura, la captación de carbono y el bienestar de la población. Su reducción impacta directamente en la calidad del aire y el confort térmico.
El parque comunitario no solo ofrecía sombra y oxígeno, sino que actuaba como punto de encuentro para actividades recreativas y culturales, fortaleciendo el tejido social.
Beneficios ambientales y sociales
Los espacios verdes facilitan la reducción de contaminantes y proporcionan refugio a la fauna urbana. Además, fomentan la práctica de ejercicio al aire libre y disminuyen el estrés en áreas densamente pobladas.
Estos lugares también sirven como barreras acústicas y contribuyen a la infiltración de agua, mitigando riesgos de inundación en temporadas de lluvia.
Prevención de conflictos en el uso de suelo
El caso de Fraccionera Finisterra evidencia la necesidad de transparencia en la asignación de permisos y la coordinación entre autoridades y ciudadanía. La participación vecinal puede evitar acciones que alteren el destino original del terreno.
Un seguimiento compartido de proyectos urbanísticos garantiza que las áreas verdes se conserven y que las decisiones respondan a intereses públicos, no únicamente a intereses constructivos.




















































































