Simulacro de Protección Civil y ejercicio de sismo hipotético
El 29 de abril a las 10:30 horas se realizó un simulacro de Protección Civil en las oficinas de Conapesca en Mazatlán, basado en un sismo de 8.1 grados Richter con epicentro en Guerrero. La acción formó parte de una prueba de reacción ante emergencias sísmicas de gran magnitud.
Participaron 335 trabajadores distribuidos en 27 centros de trabajo y varias guarderías vinculadas al organismo. El despliegue incluyó personal administrativo, operativo y de apoyo infantil, con la intención de replicar condiciones reales.
La hipótesis consideró daños estructurales y cortocircuitos internos, lo que obligó a evaluar la capacidad de respuesta frente a riesgos eléctricos y de colapso parcial.
Procedimiento de evacuación y liberación de inmuebles
Durante el simulacro, se contabilizó un tiempo de evacuación de 47 minutos desde la alarma hasta la concentración en la explanada exterior. Esa duración revela posibles demoras en rutas de salida y señalización.
La concentración de los participantes se organizó en áreas abiertas para evitar riesgos secundarios derivados de réplicas o caída de escombros. Sin embargo, la dispersión inicial mostró falta de puntos de encuentro predefinidos.
El registro de tiempos y desplazamientos se utilizó para detectar cuellos de botella en pasillos angostos y ausencia de brigadas en algunos pisos.
Atención de lesionados y rescate de atrapados
El simulacro contabilizó siete lesionados: cuatro con heridas de gravedad y tres con lesiones leves. Esa proporción sugiere fallas en la inspección previa de rutas seguras y equipos de emergencia.
La coordinación entre Cruz Roja y paramédicos demostró una respuesta ágil en la atención primaria, aunque la comunicación interna presentó retrasos en el envío de ambulancias.
Rescate con maquinaria y protocolos operativos
Bomberos de Mazatlán emplearon una máquina escala para liberar a una persona atrapada tras un corto circuito en el quinto piso. El uso de equipo especializado evidenció procedimientos de rescate preestablecidos.
No obstante, el tiempo invertido en armar la escala y alcanzar el punto afectado expuso debilidades en la capacitación ante emergencias simultáneas.
Primeros auxilios y traslado de heridos
El personal de Cruz Roja realizó triage en el lugar para clasificar la gravedad de las lesiones y priorizar el traslado. Tres de los lesionados graves fueron enviados a un hospital cercano.
Las prácticas de primeros auxilios incluyeron inmovilizaciones y control de sangrado, pero se detectó falta de kit de emergencia en algunas estaciones.
Coordinación interinstitucional y mejora de protocolos de seguridad
La Secretaría de Marina coordinó el proceso de evacuación, mientras que la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional replicaron simulacros en otras áreas de Mazatlán. Este despliegue reveló carencias de comunicación entre organismos.
La intervención de múltiples cuerpos de seguridad introdujo solapamientos de funciones, lo que dificultó determinar responsabilidades exactas durante la emergencia.
El intercambio de información y el protocolo de mando único necesitan ajustes para evitar duplicidad de labores y mejorar la eficiencia en próximas pruebas.
Fomento de la cultura de autoprotección y detección de áreas de oportunidad
El principal objetivo del simulacro fue impulsar la cultura de la autoprotección entre trabajadores y directivos de la Conapesca. La actividad permitió identificar deficiencias en formación y equipamiento.
Entre las áreas de mejora destacan la señalización de rutas de evacuación, la dotación de botiquines y ejercicios periódicos más cortos y frecuentes.
Los resultados obtenidos ofrecen indicadores concretos para fortalecer la seguridad en inmuebles públicos y privados, sin soslayar la necesidad de auditorías continuas.
