Respuesta de la presidenta y defensa de la soberanía nacional
Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, respondió durante la mañana del viernes 7 de febrero a declaraciones emitidas por autoridades estadounidenses sobre la supuesta eliminación de cárteles en territorio mexicano. Su intervención se realizó desde el Salón de la Tesorería en Palacio Nacional, donde reiteró con firmeza que «México no es colonia de nadie».
El discurso dejó en claro la posición de la líder política frente a la injerencia extranjera, resaltando la determinación de proteger la soberanía nacional y cuestionando las políticas impuestas desde el exterior sin consultar a las autoridades locales.
Crítica a la postura estadounidense en materia de narcotráfico y drogas
La presidenta criticó abiertamente a Estados Unidos por no asumir su responsabilidad en el tráfico y distribución de drogas, señalando que el problema no se limita únicamente a la frontera mexicana. Este planteamiento cuestiona el manejo de la circulación de sustancias ilícitas y la operatividad del narcotráfico en territorios estadounidenses.
Durante su intervención se hizo hincapié en la necesidad de identificar quién opera la venta de drogas en Estados Unidos y cuál es el destino del dinero generado por este mercado ilícito, situándose en una postura crítica frente a la declaración estadounidense que simplifica la complejidad del problema.
Narrativa sobre colaboración y límites a la injerencia externa
En el discurso se resaltó que México colaborará en el combate contra el narcotráfico, aunque se estableció con claridad que la subordinación y la injerencia externa no forman parte de la relación bilateral. Este planteamiento evidencia una postura crítica ante políticas que intentan imponer soluciones desde foráneas sin considerar la perspectiva nacional.
Se enfatizó la importancia de mantener una relación basada en el respeto a la soberanía, donde la colaboración se da en términos de cooperación y no de dependencia ante propuestas unilaterales. La presidenta utilizó la intervención para marcar límites en la relación entre ambos países sobre temas de seguridad y manejo del narcotráfico.
Cuestionamientos sobre el tráfico y distribución de sustancias ilícitas
La intervención incluyó cuestionamientos directos sobre el destino de las sustancias ilícitas una vez que cruzan la frontera, poniendo en evidencia la complejidad del problema del narcotráfico. Se analizó de manera crítica la posición que asume Estados Unidos en relación con este fenómeno y su impacto en ambas naciones.
El enfoque se mantuvo objetivo, señalando que la responsabilidad sobre la venta y la recaudación proveniente del tráfico de drogas es un asunto que requiere mayor claridad en las propuestas de política exterior, sin conceder respuestas simplistas a un problema multifacético