Rechazo a la petición de emergencia hídrica en Sinaloa
El 20 de diciembre de 2024 el gobernador Rubén Rocha Moya presentó la primera solicitud de declaratoria de emergencia por sequía ante CONAGUA y la Coordinación Nacional de Protección Civil. Varias regiones del estado exhibían condiciones excepcionales de déficit hídrico, sin embargo la petición no cumplió con los requisitos técnicos establecidos en la normatividad.
El 30 de diciembre de 2024 ambas dependencias declararon improcedente la petición, señalando que no se alcanzaron los umbrales mínimos de parámetros hidrometeorológicos y disponibilidad de recursos. La negativa se fundamentó en la evaluación de datos oficiales y no consideró factores sociales o económicos.
Evaluación técnica y criterios de CONAGUA
La Comisión Nacional del Agua revisó los informes de caudales, niveles de presas y reservas subterráneas para determinar el grado de sequía. Los análisis se apoyaron en indicadores como SPI (Standardized Precipitation Index) y datos de lluvias de las últimas temporadas.
No se alcanzaron los valores requeridos para activar la declaratoria de emergencia, según los lineamientos que establecen umbrales mínimos de déficit pluvial y disponibilidad de agua en embalses. La valoración técnica descartó la solicitud en función de esos parámetros.
Nuevas solicitudes de declaratoria de crisis por sequía y rechazos de CONAGUA
El 14 de abril de 2025 el Gobierno de Sinaloa reiteró la petición para declarar emergencia por sequía, entregando documentación adicional sobre el déficit hídrico en regiones agrícolas y urbanas. A su vez, la Secretaría de Agricultura aportó reportes actualizados de rendimientos y pérdidas en cultivos.
El 29 de abril de 2025 CONAGUA volvió a rechazar la solicitud, argumentando nuevamente la insuficiencia de información técnica para cumplir con los protocolos de evaluación. La dependencia señaló carencias en la homologación de datos y en la cobertura geográfica requerida.
Cronología de la segunda petición al CONAGUA
La presentación del 14 de abril incluyó mapas de sequía y reportes climatológicos que detallaban escasez de lluvias en 50 por ciento de los municipios. Se acompañó de un estudio preliminar sobre el impacto en acueductos y sistemas de riego.
La respuesta del 29 de abril recalcó la falta de coincidencia entre los criterios de emergencia y los registros oficiales de precipitación. CONAGUA consideró que no se cumplían los parámetros de duración y extensión geográfica necesarios.
Determinación de improcedencia por la Coordinación Nacional de Protección Civil
La Coordinación Nacional de Protección Civil confirmó la improcedencia el 15 de mayo de 2025, respaldando la decisión de CONAGUA y subrayando la necesidad de un nuevo expediente técnico. Se puntualizó que la solicitud no alcanzó los niveles del manual de incidentes hidrológicos.
Según la normativa vigente, la próxima oportunidad para presentar una solicitud formal de declaratoria de emergencia será en diciembre de 2025, siempre y cuando se reúnan los criterios de afectación y nivel hidrométrico definidos por las autoridades federales.
Medidas estatales de abastecimiento y mantenimiento de pozos
Ante la negativa federal, el Gobierno de Sinaloa desplegó 42 pipas para suministrar agua a 13 municipios, alcanzando a más de 100 000 habitantes. Este servicio temporal busca mitigar la escasez en zonas urbanas y rurales.
Se han rehabilitado 20 pozos profundos y se ejecutan labores continuas de mantenimiento en sistemas de bombeo. Las acciones incluyen limpieza de filtros, reparación de bombas y monitoreo de niveles subterráneos.
Las autoridades estatales mantienen un programa operativo de distribución que contempla rutas diarias de las pipas y puntos de abasto fijo. Este plan se desarrolla en coordinación con los ayuntamientos, sin recurrir a recursos externos ni cadenas de apoyo federales.