Sentencia de Jaime González Durán y pena de prisión
La corte federal del Distrito de Columbia impuso 35 años de cárcel a Jaime González Durán, alias “El Hummer”, por su papel como uno de los fundadores de Los Zetas. El fallo se dictó tras un juicio por cargos de tráfico de drogas y lavado de dinero.
El tribunal determinó que la condena corresponde a múltiples delitos federales, incluyendo posesión ilegal de armas y coordinación de envíos de estupefacientes. La decisión busca reflejar el grado de responsabilidad dentro de la estructura criminal.
La pena de prisión responde a la valoración de pruebas presentadas por el Departamento de Justicia, que exhibió registros de comunicaciones y transacciones bancarias vinculadas al cártel.
Decomiso millonario vinculado a lavado de dinero
El juzgado ordenó la incautación de activos por un valor aproximado de 792 millones de dólares, entre bienes raíces, cuentas bancarias y vehículos de lujo. La medida se sustenta en leyes de decomiso por enriquecimiento ilícito.
Este embargo de patrimonio forma parte de la estrategia para desarticular las finanzas del grupo criminal, evitando que esos recursos financien nuevas operaciones delictivas.
Los documentos del tribunal incluyen detalles sobre sociedades fachada y flujos de efectivo utilizados para ocultar el origen de los fondos.
Cargos por tráfico de drogas y coordinación de Los Zetas
González Durán fue condenado por coordinar el envío de 450 kg de cocaína y casi 90 000 kg de marihuana desde Tamaulipas hacia Estados Unidos. Se le atribuye el control de rutas terrestres y marítimas.
El acusado supervisaba a grupos armados encargados de la seguridad de los cargamentos, así como el traslado clandestino entre puntos fronterizos.
El caso resalta la estructura jerárquica de Los Zetas y el uso de violencia sistemática para asegurar el paso de estupefacientes.
Gestión de rutas y supervisión de sicarios
Los registros judiciales detallan cómo González Durán asignaba puntos de observación y escolta armada para cada envío. Así se reducía el riesgo de intercepción por autoridades mexicanas y estadounidenses.
La coordinación incluía la selección de “halcones” para alerta temprana y el empleo de escoltas fuertemente armados en vehículos modificados.
Estrategia judicial y coste disuasorio
La sentencia pretende servir como ejemplo disuasorio ante operadores de organizaciones de narcotráfico. El decomiso millonario enfatiza la pérdida económica asociada al delito organizado.
Esta resolución refuerza la capacidad legal de decomisar activos y fortalece la respuesta contra redes transnacionales de estupefacientes.
