Diseño arquitectónico y ruta de emergencia en Navolato
La vivienda en la que se ocultaba Humberto Figueroa Benítez contaba con una salida de emergencia que enlazaba con la calle trasera. Este paso alterno ofrecía una ruta de escape que conectaba directamente con una propiedad vecina, lo que facilitaba una posible retirada rápida ante un eventual operativo.
El acceso secundario atravesaba un pasillo lateral y estaba camuflado tras un muro de bloques, lo que impedía una identificación inmediata desde el exterior. La existencia de esta vía de huida sugiere una planificación previa para evadir un cerco o intercepción.
Estructura de la vivienda y conexiones traseras
El inmueble presentaba un diseño de planta baja irregular, con espacios compartimentados y una distribución que garantizaba puntos de observación hacia el perímetro. Los tabiques interiores y puertas reforzadas permitían segmentar el área en caso de intrusión.
La conexión con la propiedad colindante se establecía mediante una abertura sin carpintería, reforzada con láminas metálicas. Esta conexión lateral evitaba el uso de la entrada principal y disminuía la posibilidad de detección por cámaras o patrullas.
Cerco operativo y cercado del perímetro
Dinámica del enfrentamiento
Elementos de la Guardia Nacional y de fuerzas militares cercaron el perímetro de la vivienda, bloqueando tanto la fachada principal como la salida trasera. Este aislamiento impidió que el presunto responsable saliera por la ruta de emergencia planificada.
Durante el intercambio de disparos, el jefe criminal no logró franquear el paso lateral al verse rodeado. El despliegue táctico incluyó puntos de presión en accesos secundarios para evitar fugas.
Acción de la Guardia Nacional y despliegue militar
El personal de la Guardia Nacional participó en el cierre de rutas de huida complementarias, estableciendo barricadas móviles y puestos de vigilancia. La coordinación con fuerzas militares permitió sellar todos los accesos tanto frontales como colaterales.
El uso de equipos de visión nocturna y sistemas de comunicación encriptada mejoró la efectividad del cerco. Esta operación conjunta redujo las opciones de escape y desembocó en el abatimiento del individuo al no poder acceder a la salida de emergencia.
