Hallazgo de restos humanos en la colonia Guerrero
Durante la ejecución de trabajos de construcción en la colonia Guerrero de la Ciudad de México, se localizaron restos humanos en el subsuelo. La percepción inicial apuntaba a una posible fosa clandestina, lo que generó preocupación en vecinos y medios locales.
Autoridades de la Secretaría de Cultura y del instituto especializado en patrimonio informaron que el hallazgo corresponde a sepulturas antiguas, descartando su uso reciente. El señalamiento oficial matiza la versión inicial, sin reconocer la existencia de entierros ilegales.
El sitio, ubicado cerca de la calle de Rosalio Bustamante, fue delimitado para continuar con estudios de campo. Mientras tanto, la obra de construcción permanece detenida hasta obtener dictámenes arqueológicos.
Antecedentes del cementerio colonial del siglo XVIII
En el siglo XVIII, la zona de la actual colonia Guerrero albergó un panteón colonial que absorbió miles de sepulturas tras una epidemia de viruela. La rápida expansión demográfica de la Ciudad de México obligó a habilitar terrenos fuera del centro para enterrar a los difuntos.
Los registros históricos describen que la crisis sanitaria provocó una alta mortalidad, lo que saturó los cementerios existentes. La falta de espacio llevó a excavar fosas colectivas y posteriores tumbas individuales en terrenos de propiedad virreinal.
Documentos de la época mencionan el uso de parcelas destinadas a la inhumación masiva, muchas de las cuales no quedaron debidamente señalizadas. Con el paso del tiempo, estas áreas terminaron solapadas por construcciones urbanas.
Investigación oficial sobre el origen de los restos hallados
La jefa de Gobierno confirmó la presencia de vestigios de un antiguo cementerio y enfatizó la necesidad de esclarecer el origen de cada osamenta. Las autoridades evitaron referirse a los hallazgos como clandestinos, sosteniendo que se trata de restos sin reclamar.
Se presume que las personas enterradas corresponderían a quienes no contaron con familiares capaces de gestionar el traslado o identificación de los cuerpos tras la epidemia. La indagación pretende precisar el número de fosas y tumbas involucradas.
#MañaneraDelPueblo. Sobre los restos óseos encontrado en la zona de la Colonia Guerrero, el historiador @SuarezdelReal1 explica que pertenecieron al panteón de Santa Paula, uno de los más célebres del siglo XVIII y del siglo XIX. Ahí estuvieron los restos de Leona Vicario, de… pic.twitter.com/szEvNUjnjs
— Jenaro Villamil (@jenarovillamil) July 11, 2025
Inspección arqueológica
Se ha solicitado la intervención de especialistas en arqueología para realizar excavaciones controladas y registrar con detalle la estratigrafía del terreno. El objetivo es documentar cada hallazgo para su posterior catalogación.
Además de los restos óseos, se revisarán posibles objetos funerarios o fragmentos de ataúdes que ayuden a datar con mayor precisión las inhumaciones.
Implicaciones y protocolos en el manejo de hallazgos arqueológicos
La detención de la obra de construcción subraya las regulaciones que protegen el patrimonio cultural en la capital. Los desarrolladores quedaron sujetos a cumplir con los lineamientos de la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Arqueológico.
Los permisos de obra ahora incluyen la obligación de informar y pausar actividades ante cualquier hallazgo. Este protocolo busca evitar la destrucción de sitios históricos inadvertidos durante proyectos urbanos de gran envergadura.
La supervisión gubernamental y la participación de especialistas independientes serán clave para garantizar que los procedimientos arqueológicos se realicen sin irregularidades.




















































































