Rescate de adolescente en la carretera estatal Los Mochis–Topolobampo
La madrugada del 4 de julio, un adolescente de 16 años fue localizado en el tramo carretero Los Mochis–Topolobampo, a la altura de la granja avícola “Cocoroco”. El menor, identificado como Sergio Saúl, se encontraba sentado en el acotamiento con la aparente intención de ser atropellado por los vehículos que transitaban en ese momento.
El aviso oportuno de un automovilista permitió la movilización de los cuerpos de seguridad de Ahome, quienes procedieron al rescate y brindaron atención inmediata al joven. El operativo se llevó a cabo bajo condiciones de baja visibilidad y con elevado riesgo tanto para el menor como para los elementos que lo auxiliaron.
Contexto de depresión juvenil y antecedentes familiares
Sergio vive con su abuela de 70 años, luego de la muerte por suicidio de su madre en 2018 y el posterior encarcelamiento de su padre. Desde entonces, fue diagnosticado con un cuadro de depresión y ha recibido tratamiento farmacológico y psicológico.
En los días previos al incidente, el adolescente había abandonado su medicación, lo que probablemente agravó su sintomatología emocional. La falta de adherencia al tratamiento de salud mental se ha relacionado en diversos estudios con un mayor riesgo de conductas autolesivas en jóvenes que atraviesan situaciones de vulnerabilidad.
Intervención policial en crisis adolescente
La intervención de la policía municipal de Ahome se centró en disuadir la conducta de riesgo y estabilizar al menor. Para ello, se utilizó un protocolo de acercamiento basado en el diálogo y en la atención primara, sin recurrir a medidas coercitivas.
Los oficiales proporcionaron hidratación y establecieron comunicación constante para evaluar las condiciones emocionales del joven. Esta estrategia buscó generar un entorno de contención que permitiera reducir el nivel de angustia y facilitar su traslado.
Primer contacto y diálogo de contención
Durante los primeros minutos, los agentes mantuvieron una conversación respetuosa con Sergio, evitando cuestionamientos agresivos y enfocándose en su seguridad inmediata. El abordaje incluyó técnicas de escucha activa y preguntas abiertas sobre su estado emocional.
Este primer contacto tuvo como objetivo establecer confianza y disminuir la tensión, elementos considerados esenciales en protocolos de emergencia para menores en crisis, donde la empatía y el lenguaje no amenazante resultan determinantes.
Canalización a servicios especializados
Una vez estabilizado, el adolescente fue remitido a la Unidad de Equidad de Género de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Ahome. Este paso permitió la coordinación con personal capacitado en atención a víctimas y en salud mental.
Tras la evaluación inicial en la unidad, se dispuso el traslado de Sergio a la Comisaría de Seguridad Pública, donde se le asignó seguimiento y se planificó un eventual plan de acompañamiento psicológico.
Atención psicológica y seguimiento al menor
En la Comisaría de Seguridad Pública, profesionales en psicología comenzaron a dar continuidad al apoyo emocional del adolescente. El objetivo central es restablecer la adherencia al tratamiento y prevenir posibles recurrencias.
El protocolo de seguimiento incluye sesiones periódicas de evaluación clínica, así como el monitoreo de la respuesta al tratamiento farmacológico y terapéutico. Este esquema busca garantizar un entorno de protección y reducir la probabilidad de nuevos episodios de riesgo.
