Repunte de dengue en México 2025: aumento de casos
Durante la Semana Epidemiológica 25 (15-21 de junio), México registró un rebrote de dengue con cifras que superan en más de 300 % los casos reportados en el mismo período de 2024. Los casos no graves pasaron de 2 192 a 9 619, mientras que los pacientes con signos de alarma aumentaron de 2 167 a 8 400 diagnósticos. El dengue grave también mostró un alza notable, al pasar de 175 a 612 casos confirmados.
Este incremento de casos evidencia un escenario de transmisión sostenida que contrasta con los datos del año anterior. La comparación interanual refleja una presión epidemiológica mayor y el riesgo de saturación de los servicios de salud en zonas con brotes activos.
Distribución geográfica y cadenas de transmisión
La dispersión del virus abarca estados del sureste, la región del Pacífico y el centro del país. A diferencia de 2024, en 2025 se han identificado nuevas cadenas de transmisión en zonas templadas, lo que amplía el rango de riesgo y obliga a reforzar la vigilancia en altitudes moderadas.
La presencia en ecosistemas diversos indica que el vector Aedes aegypti ha encontrado condiciones favorables fuera de sus áreas tradicionales. Esta expansión sugiere posibles cambios en patrones climáticos y prácticas de manejo de agua que facilitan la proliferación de criaderos.
Proyección de temporada de lluvias y vigilancia epidemiológica
El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) continuará publicando reportes semanales para monitorear la evolución del brote. Estos informes serán clave para detectar incrementos localizados y ajustar las acciones de control vectorial.
De no contenerse la cadena de contagios durante la temporada de lluvias, México podría cerrar el año con cifras históricas de casos y un aumento en la mortalidad por dengue, según los datos preliminares de las autoridades sanitarias.
Medidas de prevención y control vectorial contra el dengue
La Secretaría de Salud ha recomendado intensificar las jornadas de control de vectores y la eliminación de criaderos en patios y azoteas. Estas acciones buscan reducir la población de mosquitos antes del inicio de la temporada de lluvias y limitar la transmisión comunitaria.
Adicionalmente, se promueve el uso de repelente y la aplicación de protocolos de detección temprana en centros de salud. Mantener reservas de soluciones intravenosas y capacitar al personal médico se considera esencial para atender con rapidez los casos graves.
Control de vectores y eliminación de criaderos
Las brigadas de fumigación deben focalizar zonas de alta incidencia, realizando inspecciones puerta a puerta para ubicar recipientes con agua estancada. La destrucción o tratamiento de estos criaderos es la principal estrategia para reducir la población de mosquitos adultos.
La limpieza de patios y azoteas, junto con la concientización de la población, contribuye a disminuir la posibilidad de nuevas generaciones de Aedes aegypti. La participación ciudadana es clave para el éxito de estas jornadas de control.
Uso de repelentes y protección individual
El empleo de repelentes de aplicación tópica en piel expuesta es una medida complementaria para reducir la probabilidad de picaduras. Se recomienda aplicar el producto cada 4 a 6 horas, siguiendo las indicaciones del fabricante.
El uso de ropa de manga larga y mosquiteros en ventanas y puertas también disminuye el contacto con el vector. Estas barreras físicas son eficaces en entornos domésticos y abiertos.
Actualización de protocolos y abastecimiento hospitalario
Los centros de salud deben revisar y optimizar los procesos de detección temprana de casos sospechosos de dengue. Esto incluye la capacitación del personal en reconocimiento de signos de alarma y en el manejo de complicaciones.
El aseguramiento de reservas de soluciones intravenosas y equipos básicos de atención es fundamental para garantizar una respuesta oportuna ante posibles brotes masivos. La preparación hospitalaria evita demoras en el tratamiento de pacientes graves.
