La audiencia por la detención de Daniela Toussaint, joven arrestada durante la marcha del 15 de noviembre convocada por la llamada Generación Z, tomó un giro inesperado cuando el juez Joel de Jesús Garduño Venegas rechazó como prueba el video grabado por la propia víctima, argumentando que “pudo ser alterado con Inteligencia Artificial”.
Lesiones visibles, pero prueba desestimada
Seis días después de su detención, Daniela continúa con moretones visibles en el rostro, cicatrices, dificultad para caminar y para respirar. La joven denunció que elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) la golpearon brutalmente durante su detención.
Con una cámara pequeña que ocultó entre los brazos, logró grabar 39 minutos de su arresto, registro que su defensa presentó como evidencia de abuso policial y tortura.
Pese a esto, el juez Garduño determinó que el video no era confiable, ya que —según su argumento— podría haber sido manipulado mediante IA. Sin esa prueba, declaró que la detención fue legal.
La joven fue vinculada a proceso
A pesar de las lesiones evidentes y de su testimonio, el juez decidió vincular a proceso a Daniela Toussaint, lo que ha generado indignación entre activistas, abogados y representantes de derechos humanos, quienes advierten que el uso indiscriminado del argumento de IA abre la puerta a invalidar evidencia clave de abusos policiales.
La defensa insistirá en que se reconozcan los videos y en solicitar protocolos de investigación independientes para acreditar la tortura.




















































































