Activación del Protocolo Alba por la Fiscalía General del Estado
La Fiscalía General del Estado activó el Protocolo Alba el 22 de junio tras la desaparición de Dania Graciela Leyva Venegas. Con esta medida se busca coordinar recursos policiales y de inteligencia para su localización.
Esta iniciativa está diseñada para acelerar la búsqueda de personas desaparecidas, con prioridad en mujeres y niñas. En Sinaloa, la fiscalía estableció puntos de revisión y patrullaje en rutas de salida de Mazatlán.
Objetivos del rastreo coordinado
El protocolo involucra a unidades de investigación y áreas de atención a víctimas, con el fin de recabar información en tiempo real. Se implementaron trabajos de campo y análisis de llamadas georreferenciadas.
También se integraron listas de cotejo con datos biométricos y descripciones físicas de la joven. La coordinación entre ministerios públicos y fuerzas de seguridad pretende acortar los plazos de actuación.
Detalles de la desaparición en Mazatlán
La última vez que se vio a Dania Graciela Leyva Venegas fue al salir de su domicilio en la colonia Urvi Villa del Real. Desde entonces, no se tiene reporte de su paradero.
Familiares informaron que la joven no contaba con dispositivos de geolocalización activos al momento de la salida. Esto complica la reconstrucción de su ruta de desplazamiento.
Último avistamiento en Urvi Villa del Real
Fuentes oficiales indican que cámaras de la zona registraron un vehículo cercano a la casa de la víctima cerca de las 18:00 horas. No se ha identificado al conductor ni relación con terceros.
Personal de la fiscalía revisó domicilios aledaños y entrevistó a vecinos, sin obtener datos concluyentes. Se desconoce si Dania abordó transporte público o particular tras su partida.
Avance de la investigación y riesgos para la desaparecida
La integridad física de Dania Graciela Leyva Venegas se considera en riesgo debido al tiempo transcurrido desde su desaparición. Autoridades mantienen guardias en hospitales y albergues.
Se evalúan líneas de investigación que incluyen tráfico de personas y posibles rutas de huida. La fiscalía solicitó colaboración de dependencias estatales y federales para rastrear comunicaciones.
Evaluación de peligro y seguimiento
Expertos en criminología participaron en la fijación de un protocolo de alerta temprana. Se estableció un monitoreo permanente de llamadas y mensajes asociados a la joven.
La inspección de zonas rurales y urbanas cercanas a Mazatlán continúa, con el empleo de unidades caninas y drones. El enfoque permanece en recabar pistas objetivas sin emitir valoraciones prematuras.
