Registro de precipitaciones en Durango y comienzo del ciclo hídrico
La primera precipitación de la temporada en la región montañosa de Durango se documentó en La Galansita y Palmarejito, acompañada de granizo. Este episodio pone punto de partida al ciclo hídrico anual en las alturas de la sierra.
🌧️☔️¡POR FIN!, cae la primera lluvia de la temporada en Sinaloa. Las precipitaciones se registraron en la sierra entre Sinaloa y Durango. pic.twitter.com/LhZtsrwTiI
— MeganoticiasCuliacán (@Meganoticiascln) May 11, 2025
Un video revela la intensidad de la lluvia y del granizo, elementos que generan expectativas sobre la recarga de mantos freáticos y la mejora en la disponibilidad de agua superficial. La captación de este fenómeno contribuye a la evaluación del balance hídrico.
El arranque de las precipitaciones suele ser determinante para la planificación del calendario agrícola y ganadero, ya que indica la posible duración de la temporada de lluvias y las necesidades de manejo en el campo.
Pronóstico climático sierra Durango: temperaturas y lluvias
El pronóstico meteorológico anticipa la continuidad de lluvias moderadas en la sierra, con termómetros marcando entre 23 °C y 29 °C. Estos registros se consideran adecuados para el desarrollo de cultivos tempranos.
En la zona central del estado, se esperan rangos de 26 °C a 29 °C, mientras que en Tlahualilo y Mapimí podrían oscilar entre 29 °C y 33 °C. Las Quebradas podrían superar 39 °C en jornadas de menos nubosidad.
La variación de temperatura impacta directamente en la evaporación del suelo y la demanda hídrica de los sembradíos, por lo que su seguimiento resulta crucial para ajustar prácticas de riego y siembra.
Impacto en agricultura y ganadería de la región serrana
El primer aguacero representa un respiro para agricultores que enfrentaron meses de sequía, al aumentar la humedad en los primeros centímetros del suelo. La humedad contribuye a la germinación de semillas y fortalece pastizales.
La ganadería también percibe beneficios con la recuperación de praderas, aunque la acumulación de agua en corrientes temporales plantea retos de drenaje y accesibilidad en zonas de ladera.
Las comunidades rurales, dependientes de la cuenca hídrica que abastece al norte de Sinaloa, observan este arranque de precipitaciones como un indicador de la futura disponibilidad de recursos para consumo humano y actividades productivas.