El Fuerte, Sinaloa.— En la última semana de agosto de 2025 la presa Josefa Ortiz de Domínguez registró 6.6% de almacenamiento, el nivel más bajo del estado, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Puntos clave
- Presa Josefa Ortiz de Domínguez: 6.6% de almacenamiento, el nivel más bajo en Sinaloa.
- Presa Picachos reportó 102.3% de su capacidad.
- El Sistema de presas de Sinaloa está al 25.2% en conjunto.
- La temporada de lluvias continúa; se espera que concluya en noviembre.
- Autoridades pronostican alrededor de 50% de almacenamiento al final de la temporada; ciclo agrícola óptimo se estima en 60%.
Niveles en presas de Sinaloa según Conagua
Los datos oficiales de la Comisión Nacional del Agua muestran variación marcada entre embalses de la entidad. En conjunto, el Sistema de presas de Sinaloa reporta 25.2% de almacenamiento.
La información corresponde a la y refleja tanto presas con niveles críticos como otras con reservas superiores a su capacidad técnica, como Picachos.
Presa Josefa Ortiz de Domínguez en El Fuerte
La presa Josefa Ortiz de Domínguez, ubicada en el municipio de El Fuerte, tiene 6.6% de almacenamiento, el porcentaje más bajo del estado. Conagua califica ese nivel como significativamente reducido frente a la capacidad de la infraestructura.
La comparación con Picachos, que alcanza 102.3%, evidencia la desigualdad en la distribución del agua entre cuencas y sistemas dentro de Sinaloa. Los registros recientes destacan riesgos para el suministro y para usos agrícolas locales si no se recuperan los niveles.
Proyección de autoridades y repercusiones para el ciclo agrícola
Las autoridades estiman que, si continúan las lluvias hasta el cierre de la temporada en noviembre, el sistema podría recuperarse hasta alrededor del 50% de almacenamiento. Ese pronóstico todavía queda por debajo del 60% considerado ideal para un ciclo agrícola óptimo.
Si las reservas no alcanzan el umbral recomendado, las afectaciones previstas incluyen limitaciones en riego y presión sobre la programación de siembras. Los productores y gestores de agua deberán ajustar volúmenes y prioridades ante niveles reducidos.




















































































