Pleito callejero en Los Mochis: altercado de violencia urbana
El lunes 7 de julio se registró un pleito callejero en el centro de Los Mochis, sobre la avenida Álvaro Obregón entre las calles Ignacio Allende y Santos Degollado. El suceso ocurrió en horas de la tarde, cerca de la parada de los Autotransportes de Guasave, y reunió a varios transeúntes alrededor del lugar.
En ese punto de la ciudad, un altercado urbano se desató de forma rápida y llamó la atención de la población local. La escena evidenció dinámicas de confrontación en la vía pública sin mediar protocolos de seguridad ni autoridad presente.
Agresión entre la mujer ebria y el taxista agresor
Una mujer, aparentemente bajo los efectos del alcohol, comenzó el intercambio de golpes al abofetear al chofer de un taxi Nissan March con placas económicas 393 y serie 13415. Su intervención física no contó con provocación previa visible, según testigos circunstanciales.
En respuesta, el taxista reaccionó con golpes de mayor fuerza que fueron dirigidos al torso de la pasajera. Esta escalada de violencia reflejó una reacción desproporcionada y evidenció un uso de la fuerza sin mediación de protocolos viales.
Intervención de un tercero y dinamismo del incidente urbano
Durante el desarrollo de la pelea, un conocido de la mujer intentó calmar los ánimos e interponerse entre ambos involucrados. La presencia de este mediador improvisado no logró detener los golpes.
El intercambio violento continuó de manera intermitente hasta que el taxi se retiró del lugar, aunque el altercado no concluyó de inmediato y prolongó la tensión entre las partes.
Intento de mediación por conocido
El acompañante de la mujer actuó como mediador informal e intentó separar a los participantes del pleito. Sin embargo, la situación se mantuvo volátil y los esfuerzos resultaron insuficientes.
La mediación no siguió un protocolo oficial sino una intervención espontánea, lo que evidenció la falta de coordinación en el manejo de conflictos en vía pública.
Desenlace tras agresión prolongada
Tras varios segundos de confrontación física, el conductor del taxi decidió retirarse del sitio, lo que puso fin momentáneo al incidente.
La pasajera y su conocido quedaron en la acera, con señales visibles de la disputa.
El alejamiento del vehículo marcó la única medida efectiva para detener el pleito, sin presencia de elementos de seguridad o testigos oficiales que regularan la escena.
Registro audiovisual del incidente grabado en video
El altercado fue captado en un registro audiovisual de 17 segundos que muestra con claridad cada fase de la agresión. En la grabación se aprecian tanto el momento de la primera bofetada como la réplica violenta del conductor.
Este material audiovisual se convirtió en documento de análisis para quienes evaluaron la conducta de ambos participantes, así como la dinámica de violencia urbana en el centro de la ciudad.






















































































