Mazatlán, Sinaloa.— El Palomazo Norteño —Lalo Mora, Eliseo Robles, Rosendo Cantú y Raúl Hernández— prendió el Estadio Teodoro Mariscal y puso a cantar y bailar a los mazatlecos con sus grandes éxitos.
Puntos clave
- El Palomazo Norteño se presentó en el Estadio Teodoro Mariscal en Mazatlán.
- El grupo está integrado por Lalo Mora, Eliseo Robles, Rosendo Cantú y Raúl Hernández.
- La interpretación de «El rey de mil coronas» fue el momento más esperado de la noche.
- El público coreó las canciones y disfrutó de un ambiente de tradición y baile norteño.
Actuación de El Palomazo Norteño en el Estadio Teodoro Mariscal
La banda subió al escenario y presentó un repertorio formado por sus grandes éxitos, que conectó de inmediato con la audiencia. La puesta en escena combinó melodías y ritmos característicos del norteño, lo que mantuvo la energía en las gradas durante toda la función.
Los integrantes alternaron voces y acordes mientras la gente cantaba y bailaba. En la noche se percibió una respuesta sostenida del público, que respondió con aplausos y coros en varias ocasiones.
Momento clave: Lalo Mora y «El rey de mil coronas»
El punto más esperado llegó cuando Lalo Mora interpretó «El rey de mil coronas». La ejecución de la canción provocó la euforia de la audiencia, que coreó cada palabra y elevó el volumen de la plaza.
La reacción del público evidenció el arraigo de ese tema dentro del repertorio del grupo y la preferencia del público mazatleco por piezas tradicionales del género. La interpretación reforzó el tono festivo y de nostalgia que predominó en la velada.
Integrantes y ambiente: Tradición y sabor norteño en Mazatlán
El Palomazo Norteño se presentó integrado por Lalo Mora, Eliseo Robles, Rosendo Cantú y Raúl Hernández, nombres que asumieron la responsabilidad vocal e instrumental del concierto. Cada uno aportó a la dinámica del show sin perder la cohesión del ensamble.
Los asistentes disfrutaron de una noche definida por la tradición, la alegría y el sabor norteño, según la cobertura del evento. La combinación de repertorio y respuesta del público consolidó la jornada como una celebración del género en el puerto.




















































































