Mazatlán, Sinaloa.— Una palapa frente al hotel Hacienda, cuya construcción inició en sin permisos municipales, opera con soportes improvisados y genera dudas por la seguridad de su estructura tras una suspensión y demolición parcial.
Puntos clave
- La obra comenzó en 2023 sin autorización municipal y fue suspendida; se aplicó una demolición parcial.
- Actualmente la palapa funciona con una base de madera y barriles metálicos como soportes improvisados.
- Protección Civil no ha recibido reportes formales de vecinos, pero anunció supervisiones tras denuncias en redes sociales.
- La revisión podría involucrar a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y a Semarnat por tratarse de zona federal.
- Vecinos y visitantes expresan temor por el riesgo que representan las estructuras expuestas junto a la playa.
Inspección de Protección Civil y posible intervención federal
Protección Civil informó que no registra reportes ciudadanos formales sobre la palapa, pero confirmó que realizará supervisiones en la zona luego de la difusión en redes sociales. La autoridad local dijo que las visitas buscan verificar condiciones estructurales y el cumplimiento de la normatividad municipal.
Si la inspección determina afectaciones al dominio federal de la playa, la revisión podría ampliarse e involucrar a PROFEPA y a Semarnat. Las autoridades federales tienen competencia cuando la afectación involucra playas y ecosistemas costeros, según lo indicado por Protección Civil.
Alcances de la supervisión
Los recorridos que se planean incluyen revisión visual de la cimentación y la integridad de los soportes improvisados. Los resultados podrán derivar en medidas administrativas o requerimientos para la remoción de materiales.
Estructura frente al hotel Hacienda y riesgos para usuarios
La base de la palapa utiliza madera y barriles metálicos expuestos que, según residentes, son vulnerables a la erosión de playa y al desgaste por humedad. Usuarios que acuden a comer o pasear han señalado su preocupación por la estabilidad de la construcción.
La palapa permanece operativa a pesar de la orden de suspensión y la demolición parcial; esto genera incertidumbre sobre quién autorizó la continuación de actividades. Vecinos piden mayor vigilancia para evitar un accidente potencial en un espacio público de tránsito peatonal.




















































































