OpenAI declaró un “código rojo” tras el avance de Gemini 3 de Google, informó Sam Altman a empleados; la compañía suspende temporalmente proyectos como anuncios y el asistente Pulse para priorizar mejoras en ChatGPT y acelerar desarrollo.
Puntos clave
- OpenAI activó un «código rojo» interno para enfocar recursos en ChatGPT.
- Se suspenden temporalmente proyectos de anuncios, agentes de compras, salud y Pulse.
- La medida responde a que Gemini 3 superó a OpenAI en pruebas comparativas.
- Se implementarán llamadas diarias y reasignaciones temporales de personal.
Medidas internas anunciadas por Sam Altman en OpenAI
El CEO Sam Altman comunicó a la plantilla que la empresa declaró un «código rojo» para concentrar esfuerzos en mejorar ChatGPT. El memorando indica la suspensión temporal de iniciativas no prioritarias, entre ellas anuncios, agentes de compras, funciones de salud y el asistente personal Pulse.
La prioridad será optimizar velocidad, fiabilidad y personalización, además de ampliar la capacidad para responder una gama mayor de preguntas. Para lograrlo, los equipos impulsarán llamadas diarias y se realizarán reasignaciones temporales de personal con el objetivo de acelerar el desarrollo.
“código rojo” — Sam Altman, comunicación interna
Por qué Gemini 3 representa un reto para OpenAI
Gemini 3, la nueva generación de IA de Google, superó a OpenAI en benchmarks del sector y elevó la valoración de Google en el mercado. Esa ventaja en pruebas técnicas aumentó la presión sobre OpenAI para ofrecer resultados tangibles en corto plazo.
Ventaja tecnológica y alcance de Google
Google combina chips especializados, servicios en la nube y un extenso ecosistema de productos, lo que le permite integrar Gemini 3 en servicios masivos. Esa capacidad de infraestructura propia ofrece una ventaja estratégica frente a competidores que dependen de proveedores externos.
Implicaciones para usuarios, productos y competencia en IA
Para usuarios de ChatGPT, la reorientación podría traducirse en un asistente más ágil y confiable, con mejores respuestas y mayor personalización. Sin embargo, algunas funciones planeadas —compras, salud, publicidad y el asistente personalizado— podrían retrasarse durante la reconfiguración de prioridades.
A mediano y largo plazo, la competencia entre Google y OpenAI puede acelerar innovaciones, pero también intensificar la carrera por talento, inversión y recursos de infraestructura. El resultado impactará la adopción masiva y la oferta de productos basados en IA.




















































































