Impacto de las olas térmicas en Sinaloa y temperaturas extremas
Durante las últimas semanas, Sinaloa ha registrado picos de calor que superan los 40 °C, una situación considerada crítica por los niveles históricos de temperatura. Estas olas de calor obligan a ajustar actividades cotidianas y modificar hábitos de consumo para reducir la exposición.
El fenómeno de las olas de calor también incrementa la demanda de recursos hídricos y energéticos, generando presión sobre la infraestructura local. En este contexto, la población busca alternativas tradicionales que, en algunas circunstancias, pueden elevar el riesgo de sufrir un golpe de calor.
Riesgo de golpe de calor al consumir caldos calientes tras ejercicio intenso
El hábito de ingerir pozole, caldo de res o cazuela después de una jornada bajo el sol puede agravar el estrés térmico. El aporte calórico y la temperatura de estos platillos dificultan la regulación de la temperatura corporal tras actividad física o exposición prolongada.
Especialistas en salud pública han señalado que este tipo de consumo incrementa la probabilidad de desequilibrio electrolítico y deshidratación, factores determinantes en la aparición de un golpe de calor. Si el organismo no logra disipar el calor, las funciones metabólicas se ven comprometidas.
Efectos diuréticos del café caliente y posibles niveles de deshidratación
La creencia de que una bebida caliente “refresca” carece de respaldo científico. El café, con su acción diurética, promueve la pérdida de líquidos y electrolitos, lo cual puede empeorar la deshidratación en condiciones de calor extremo.
En ambientes con temperaturas elevadas, el consumo de diuréticos naturales o sintéticos conlleva un riesgo adicional. La reducción del volumen plasmático afecta la presión arterial y el transporte de oxígeno a los tejidos, aumentando la vulnerabilidad a golpes de calor.
Sugerencias de hidratación y prevención de golpes de calor
Optar por alimentos frescos y ricos en agua, como frutas y ensaladas, ayuda a mantener un balance hídrico adecuado sin sobrecargar el organismo con calorías o calor extra. Incluir electrolitos mediante jugos naturales puede favorecer la recuperación tras esfuerzos físicos.
Se recomienda evitar actividades al aire libre entre las 11:00 y las 16:00 horas, cuando la radiación solar y las temperaturas se encuentran en su punto máximo. Asimismo, es fundamental beber agua de manera constante, incluso sin sentir sed, para prevenir desequilibrios térmicos.
Hidratación constante
Beber pequeñas cantidades de agua cada 15 o 20 minutos mantiene el volumen de líquidos y ayuda a regular la temperatura interna. Las bebidas isotónicas caseras también ofrecen un aporte de sales minerales necesario para el funcionamiento celular.
Es aconsejable llevar consigo una botella reutilizable y rellenarla periódicamente para garantizar un suministro continuo durante el día.
Horario de actividades al aire libre
Planificar tareas físicas antes de que suban las temperaturas o después de que el sol baje reduce la exposición y minimiza los riesgos. Programas de ejercicio y trabajo al aire libre deben ajustarse a franjas horarias seguras.
Identificar zonas sombreadas y descansar con frecuencia permite al cuerpo recuperar su capacidad de termorregulación y evita el agotamiento por calor.
