En un discurso sobre el estado de la ciudad, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, anunció que la metrópoli ha designado oficialmente a las redes sociales como un peligro para la salud mental de los jóvenes, convirtiéndose en la primera gran ciudad de Estados Unidos en tomar tal medida. Adams destacó a empresas como TikTok, YouTube y Facebook, acusándolas de alimentar una crisis de salud mental al diseñar plataformas con características adictivas y peligrosas.
«Empresas como TikTok, YouTube, Facebook están alimentando una crisis de salud mental al diseñar sus plataformas con características adictivas y peligrosas», afirmó Adams durante su discurso anual sobre el estado de la ciudad. El alcalde subrayó la importancia de no permitir que las grandes tecnológicas monetaricen la intimidad de los niños.
En respuesta a esta preocupación, el comisionado de salud de la ciudad, Ashwin Vasan, está emitiendo un aviso designando oficialmente a las redes sociales como un peligro para la salud pública en Nueva York, adoptando un enfoque similar al utilizado con el tabaco y las armas.
El informe de Salud Mental en el que se basó Adams revela que el 77% de los alumnos de secundaria pasan tres horas o más al día frente a una pantalla en su tiempo de ocio. Aunque no establece una causa directa, destaca que el 38% de los alumnos de secundaria experimentaron sentimientos de desesperación en 2021, según un estudio.
Un informe anterior del departamento encuestó a 150 participantes en junio de este año, quienes afirmaron que las redes sociales estaban afectando su autoestima, relaciones sociales y capacidad para gestionar el tiempo de manera efectiva.
El informe ofrece recomendaciones a maestros, tutores y padres, como no proporcionar teléfonos celulares a los niños hasta los 14 años, deshabilitar las redes sociales en los primeros teléfonos celulares y limitar el uso de teléfonos en horas libres.
Ofir Turel, profesor de la Universidad de Melbourne que estudia los efectos de la tecnología en el comportamiento, elogió la recomendación de Nueva York por reconocer los riesgos potenciales de las redes sociales sin abogar por su completa eliminación. Turel propuso un «modelo de regulación alimentaria», promoviendo hábitos saludables en lugar de imponer restricciones, destacando posibles problemas como la imagen corporal, la comparación social, la depresión y el uso adictivo.
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