El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, nominó formalmente al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, al Premio Nobel de la Paz, durante una cena oficial en la Casa Blanca. El gesto ocurre en un momento clave de las conversaciones diplomáticas sobre una posible tregua de 60 días entre Israel y Hamás.
Durante el encuentro, Netanyahu destacó los esfuerzos de Trump para «promover la paz en muchos países, pero especialmente en Oriente Medio». Dirigiéndose directamente al exmandatario estadounidense, el primer ministro declaró: “Es bien merecido y deberías recibirlo”.
Trump, visiblemente emocionado, respondió: “Viniendo de ti, es muy significativo”. La propuesta ha generado una oleada de reacciones internacionales, dividiendo opiniones tanto en el ámbito político como diplomático, justo en medio de tensas negociaciones por la liberación de rehenes y el cese al fuego en la Franja de Gaza.
El gesto de Netanyahu revive el debate sobre el papel de Trump en la firma de los Acuerdos de Abraham, en los que varios países árabes normalizaron relaciones con Israel, hecho que sus partidarios consideran un logro histórico en la región.
Aunque la nominación al Nobel puede ser presentada por líderes mundiales, el reconocimiento final depende del Comité Noruego del Nobel, que evalúa criterios estrictos para otorgar el galardón.




















































































